Norma López pide que hombres denunciados por violencia de género usen tobilleras electrónicas
La concejala del FPV presentó un proyecto para que se gestione la implementación del uso de pulseras o tobilleras electrónicas en los casos de violencia de género como ya se hace en otras ciudades del país. Además cuestionó a los jueces que implantan órdenes de restricción y no se cumplen.
La presidenta del bloque del FPV-PJ, Norma López, presentó un proyecto en el Concejo Municipal para que el municipio realice las gestiones pertinentes para implementar el uso de pulseras o tobilleras electrónicas que en casos de violencia de género, para que den aviso automático a la policía, cuando se detecte una violación perimetral del agresor como ocurre en la mayoría de los casos. “El Estado santafesino asuma que fracasa con las políticas públicas para prevenir y evitar la violencia machista, por esto debemos seguir lamentando femicidios, de hecho llevamos contabilizados 8 en lo que va del año y casos de violencia extremos en los últimos días en Rosario”, expresó.
La edila del Frente para la Victoria aclaró que “el control de la Justicia debe ser a los violentos y no a las mujeres” y explicó que según la Defensoría General de la Nación, en 2015, 1 de cada 3 agresores incumplieron las restricciones impuestas por la justicia. Lo que demuestra la desprotección que sufren las víctimas que denuncian y las fallas en las medidas de prevención y asistencia. Pero además deja a las claras que el sistema judicial santafesino no sólo falla sino que además carece de garantías para lxs ciudadanxs, sobre todo las mujeres”.
Norma López saludó la medida que tomó el gobierno provincial de implementar el botón antipánico pero denunció que muchas mujeres que lo utilizan no funcionan o demoran en dárselos. Al respecto, comentó: “Muchas veces es activado cuando la víctima está siendo atacada, por eso proponemos las pulseras o tobilleras electrónicas, que emiten un alerta cuando quien la porta viola la prohibición de acercamiento. Es indispensable que el municipio intervengan junto con el gobierno provincial para la utlilización de estos dispositivos del mismo modo que lo hizo con el botón antipánico”.
La concejala López determinó: “La pulsera o tobillera electrónica permite actuar en una prevención más rápida y eficaz. Por estos días esta iniciativa está siendo evaluada tanto por el poder ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires como también solicitada por diversas iniciativas legislativas. Además en Uruguay fue evaluada como altamente positiva la incorporación de estos dispositivos. Creo que es momento de aplicar esta medida porque las fuerzas policiales y las políticas de seguridad también vienen fracasando con respecto a esta problemática”.
Norma López apuntó que la jueza de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Elena Highton de Nolasco, se pronunció a favor de la iniciativa argumentando que no existe una protección completamente segura para las mujeres víctimas de violencia de género, ya que cuando alguien quiere introducirse en la vida de otro, sobre todo conociendo las costumbres y los horarios, no es fácil impedirlo. La jueza explicó que la pulsera la tenga el victimario y la víctima cuente con un celular que de aviso a la policía ante cualquier acercamiento. La magistrada se mostró a favor del uso de una pulsera electrónica para controlar a los victimarios.
La presidenta del bloque FPV alertó: “Durante 2015 en las oficinas del Ministerio Público de la Acusación se iniciaron unas 10 mil causas relacionadas con violencia de género y violencia familiar en nuestra ciudad. Y sólo entre el 2 y el 24 de noviembre pasados, la Oficina de Violencia contra la Mujer recibió 449 denuncias, unas 30 por día”.
En ese sentido, de acuerdo al 4º informe de gestión de la Fiscalía Regional Rosario, entre el 1 de octubre del año 2014 y el 31 del mismo mes del año 2015, en ese período, los fiscales recibieron 188.202 denuncias por distintos tipos de infracción a la ley penal. De ese total, uno de cada 20 expedientes (el 5,5 por ciento) tuvo a mujeres o niños como víctimas y a los varones de la familia como agresores.