Brasil: «No va a haber golpe», la consigna de Dilma
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, prometió luchar contra el juicio por impedimento, el “impeachment”, al que equiparó con un “golpe”, poco después de que tomó estado público una carta de su vicepresidente, Michel Temer, en la que éste le formula reproches y se distancia del gobierno.
“Voy a luchar con todas mis fuerzas para que tengamos un Brasil donde se respeten las instituciones, voy a luchar contra el proceso de interrupción de mi mandato… los que los golpes construyen es caos”, enfatizó Rousseff.
El pedido de enjuiciamiento presentado por la oposición acusa a Rousseff de haber cometido un “crimen de responsabilidad” por ocultar el “desvío” de fondos públicos para solventar gastos sociales para que no se descubra el aumento del déficit fiscal en 2014.
“No hay motivos para el impeachment, salvo el interés de aquellos que quieren tener un atajo para llegar a la presidencia sin el voto popular”, aseveró la presidenta que fue reelecta en octubre del año pasado.
Lo afirmó en Brasilia en la noche del lunes ante un público que la vivó y repitió la consigna “no va a haber golpe” en alusión al enjuiciamiento que será analizado en la Cámara baja en los próximos días.
El ambiente político era tenso hoy en la capital brasileña en medio de especulaciones sobre una virtual ruptura entre Rousseff y el vicepresidente Michel Temer, luego de que se conoció la carta en la que éste le enrostra haber sido tratado como un “vicepresidente decorativo”.
Temer es el titular del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que pese a ser parte de la coalición oficialista, tiene en sus filas a varios dirigentes que se aliaron al opositor Partido de la Socialdemocracia, del ex presidente Fernando Henrique Cardoso, para impulsar el “impeachment”.
Está previsto que Diputados escoja hoy las autoridades de la Comisión Especial que analizará la pertinencia de abrir paso al juicio político a partir de la denuncia de “crimen de responsabilidad” pública.
Rousseff reiteró el argumento, presentado por miembros del gobierno como el ministro de Justicia Cardozo, de que el “impeachment” es una forma de “golpe” encubierta que puede generar divisiones entre los brasileños alimentando el clima de inestabilidad.
“Nos tenemos que unir para unificar al país, Brasil unido es más fuerte, pero sólo lograremos unirnos dentro de la legalidad” planteó la mandataria.
“A lo largo de la historia se vio que los golpes no construyen armonía, no construyen la unidad, ni la pacificación”, sostuvo en la noche de ayer al hablar en un congreso de los asistentes sociales.
Rousseff ha perdido en los últimos días el apoyo de miembros importantes del poderoso partido PMDB.
El lunes recibió la renuncia del ministro Eliseu Padilha, de Aviación Civil, considerado la mano derecha del vicepresidente Michel Temer.
Comentaristas y políticos consideran que Temer busca convertirse en el sucesor de Dilma en caso de que ésta fuera condenada.
El vicepresidente escribió la carta de repudio a Dilma al tiempo que no se pronunció sobre el “impeachment”, señaló un comentarista del diario Folha de San Pablo.
Cerca de las 23 horas del lunes (1 GMT) Temer encabezó una reunión en Brasilia con congresistas que apoyan la salida de Rousseff, informó hoy la Agencia Estado.
En la tarde de lunes el vicepresidente estuvo en San Pablo donde mantuvo reuniones con empresarios y dirigentes opositores, ante quienes presentó el programa “Un puente para el futuro”, con las bases de un posible gobierno de transición si Dilma deja el poder.
(El Ciudadano)