Aumento de la TGI de un ¿60 por ciento?
La Municipalidad analiza la suba. La semana próxima enviaría al Concejo el proyecto de Presupuesto con ese incremento en la tasa para poder solventar los gastos. Hay dos ideas en estudio.
La Municipalidad analiza por estas horas incrementar la tasa general de inmuebles (TGI) en al menos un 60 por ciento. La idea es cubrir con ese aumento los gastos de alumbrado, barrido y limpieza de la ciudad, que se vienen disparando al ritmo del proceso inflacionario. La suba podría ser porcentual o de acuerdo a un revalúo fiscal de las propiedades y las características del barrio en el que se asientan. Es decir, podría pagar más quien tenga casas más grandes y en barrios mejor ubicados. Los números serán incluidos en el Presupuesto Municipal que se estima se enviará la semana próxima al Concejo para su aprobación.
El aumento de la TGI viene siendo estudiado desde hace varias semanas por los equipos técnicos de la Secretaría de Hacienda municipal que comanda Verónica Irízar. Es más, ese análisis fue parte de las causas por la cuales el municipio pidió una prórroga al Concejo para enviar el proyecto del Presupuesto, que debería haber llegado al Palacio Vasallo el pasado 30 de septiembre.
Desde entonces, los concejales del Frente Progresista y los técnicos de Hacienda vienen sacándole punta al lápiz para ver de qué modo se solventarán los gastos de la ciudad.
Hay un dato elocuente: las fuentes consultadas indicaron que con lo que se recauda hoy en concepto de pago de la TGI «se cubre apenas el 65 por ciento de los gastos de alumbrado, barrido y limpieza».
Ergo, se presenta como clave impulsar un incremento de la tasa, y allí las opciones que se manejan son dos: ir por un aumento porcentual de la alícuota o insistir con algo que no logró adhesión hace dos años, el revalúo fiscal de las propiedades.
En carpeta. Ambas ideas están en proceso de estudio. La de atar el incremento de la TGI al valor de las propiedades y las características de cada barrio viene tomando fuerza desde hace varios días.
Una idea similar se había planteado hace dos años, pero no logró seducir a la mayoría de los concejales y naufragó en el intento. «La verdad, sería lo más equitativo. La TGI debería pagarse de acuerdo al valor de la propiedad y las características del barrio en el que se vive», indicó ayer una de las espadas políticas con las que cuenta el Frente Progresista en el Concejo y que por estas horas teje estrategias para ver de qué modo se avanzará con estos incrementos.
Otra fuente consultada aportó un dato no menor: el martes de la semana próxima vence el plazo para que el gobierno provincial presente en la Cámara de Diputados su presupuesto. Allí estará contemplada la coparticipación de recursos para Rosario, con los que históricamente se viene cubriendo el 30 por ciento de los gastos de este municipio. «Saber cuánto dinero nos va a aportar la provincia es clave para que definamos el aumento de la tasa, pero la realidad demuestra que ese incremento tiene que ser de al menos un 60 por ciento», precisó.
El escenario. En el seno del Frente Progresista son conscientes de que el proyecto de Presupuesto (contemplando el aumento de tasas) debe aprobarse antes de que cambie la composición política del Concejo, el próximo 10 de diciembre. Es que a partir de ese día la polarización de fuerzas políticas es muy amplia y se le hará más cuesta arriba la búsqueda de consensos a la administración de Mónica Fein.
Todo indica que el proyecto desembarcará la semana próxima en el Palacio Vasallo, y desde allí las negociaciones serán intensas. Tampoco hay que olvidar que el ballottage del 22 de noviembre hará que algunos bloques (básicamente el PRO y el kirchnerismo) no tomen posición, ya que apoyar un incremento de tasas no sería una buena medida en pleno proceso electoral.
Mientras tanto los tiempos corren y mantener la prestación de los servicios de alumbrado, barrido y limpieza se hace cada vez más oneroso.
Para muestra sobre un botón: el pliego de la licitación de la basura incluye una cláusula (avalada por el Concejo Municipal) que establece el aumento automático del costo del servicio cada vez que se incrementen los insumos.
Es decir, si sube el combustible, la empresa que realiza la limpieza de residuos le aumenta el costo de sus servicios al municipio, que en un proceso inflacionario paga cada vez más.
No sucede lo mismo con la TGI. Si bien en muchos grandes municipios hay aumento automático de esta tasa, en Rosario eso no existe y el último aumento que se aprobó de este gravamen fue del 19 por ciento hace dos años.
Así, el camino hacia el aumento de la tasa parece inevitable, aunque para lograrlo primero el Frente Progresista deberá reagrupar sus piezas ya que todo indica que hay algunos chisporroteos internos en esta alianza política (ver aparte).
El precio de las bicis públicas vuelve al ruedo
La comisión de Presupuesto del Concejo Municipal será escenario hoy de un nuevo debate por la tarifa de las bicicletas públicas, una idea que espera la definición de los ediles para comenzar a rodar. De hecho, las estaciones ya están instaladas, las bicicletas ya están listas y las ciclovías están en pleno proceso de elaboración, sólo resta que los ediles se pongan de acuerdo en avalar cuánto costará el alquiler de cada una de ellas. Si bien el Ente de la Movilidad ya definió que la tarifa diaria para usar las bicicletas públicas será de $8,60, la suscripción mensual costará $86,25 y la anual 575 pesos; esto necesita el aval de los ediles. En el medio, un proyecto del concejal Carlos Cossia que estipula franquicias gratis en las bicis para los trabajadores comenzó a dividir las aguas en el seno del Frente Progresista. Es que el presidente de la comisión de Servicios Públicos, el arista y aliado de Fein, Carlos Comi, apoyó la idea de Cossia a pesar del ceño fruncido de sus compañeros del frente. Y en los últimos días la iniciativa también sumó el aval de los radicales Sebastián Chale y María Eugenia Schmuck.
(La Capital)