Se detecto ausencia del disyuntor en el bar donde murió el músico
La ausencia del cortacorrientes es considerada una falta “gravísima”. Así lo determinó un informe del Area Técnica de la Secretaría de Control del municipio que se presentará hoy en la Fiscalía.
La Municipalidad denunció judicialmente gravísimas irregularidades en la instalación eléctrica del Café de la Flor, donde la madrugada del lunes falleció electrocutado en pleno recital un joven músico. Un informe elaborado por el Area Técnica de la Secretaría de Control y Convivencia constató que el cortacorriente (disyuntor) estaba desconectado. Este elemento es vital ya que es utilizado para proteger a las personas de descargas eléctricas.
Según indicó el secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Pablo Seghezzo, el hecho de que el disyuntor no estuviera conectado a la red eléctrica «constituye una negligencia muy grave».
El informe técnico al que tuvo acceso La Capital será presentado hoy en la Fiscalía que investiga la muerte del músico Ariel Rodríguez, de 35 años. Fue elaborado luego de la constatación ocular que se realizó cerca de las 2.30 de la madrugada del lunes, a poco del fatal desenlace; y tras la denuncia del municipio el Ministerio Público Fiscal autorizó su divulgación.
Los técnicos del municipio pudieron constatar que en el tablero eléctrico del bar el disyuntor estaba colocado, pero sin cables. «Había sido reemplazado por una llave térmica», explicó Seghezzo.
Ese reemplazo no es menor. Según explican los técnicos en el informe, «las llaves térmicas (técnicamente denominadas interruptores termomagnéticos) son utilizadas para la protección de bienes y evitar posibles incendios. El cortacorriente, en tanto, es un elemento que se utiliza para la protección de las personas, además de los bienes.
«El disyuntor es mucho más sensible a cualquier problema eléctrico y por más mínimo que sea el inconveniente, salta y deja sin electricidad al recinto donde está colocado», detalló Seghezzo.
Tal vez este funcionamiento del disyuntor haya sido la causa de los reiterados cortes de luz que varios clientes del bar refirieron en las redes sociales que se habían producido días antes en el lugar, durante recitales que se realizaron el viernes, por ejemplo.
Una de las hipótesis que ayer se esbozaron en ámbitos oficiales indicaba que tal vez para evitar esos cortes del suministro, alguien decidió dejar sin efecto el disyuntor y lo cambió por una térmica. Todo esto será materia de investigación.
Lo cierto es que ambos elementos (disyuntor y térmica) son obligatorios para poder habilitar un bar. «Y ambos estaban correctamente colocados en la última revisión técnica que se había hecho en el lugar, que se realizó en abril», puntualizó Seghezzo, por lo que calificó de «gravísimo» el hecho de que el disyuntor haya sido desconectado.
Otro dato no menos es que los técnicos pudieron observar que la térmica estaba prácticamente nueva, es decir que su colocación en lugar del disyuntor habría sido reciente.
«Lamentamos el hecho y nos solidarizamos con la familia del músico fallecido», indicó Seghezzo.
A renglón seguido, remarcó que «se realizó la denuncia por expreso pedido de la intendenta» y destacó que se quiere dar «un claro mensaje a los empresarios de la noche para que se eviten posibles negligencias como las que se corroboraron en este caso»
Clausura. Por su parte, la fiscal Valeria Piazza Iglesias dispuso ayer la clausura judicial del bar cultural. A partir de mañana, la funcionaria judicial empezará a reunir las declaraciones de testigos del siniestro. Los primeros, serán los miembros de la banda donde Rodríguez tocaba el bajo.
Los testimonios de los integrantes del grupo Raras Bestias y de sus seguidores servirán para determinar fehacientemente cómo se produjo el incidente. Las pericias realizadas por técnicos de las universidades nacionales permitirán inferir por qué se produjo la descarga eléctrica que fulminó al joven de 35 años.
Piazza Iglesias encabezó ayer una conferencia de prensa donde expuso la marcha de la investigación del incidente desatado en la madrugada del lunes en el bar cultural de Mendoza 846.
Esa noche estaba programada la actuación de varias bandas, en un espectáculo que debía comenzar el domingo a las 22 y prometía estirarse hasta entrado el día siguiente. Sin embargo, los Raras Bestias apenas pudieron completar cinco temas. Y todo lo que pasó después es materia de investigación judicial.
La fiscal relató que fue anoticiada del siniestro sobre las dos de la madrugada del lunes. Cuando llegó al lugar, solicitó que se termine de desalojar y pidió al municipio su clausura preventiva.
Los músicos aún estaban conmocionados por lo ocurrido. Sin embargo alcanzaron a contar que fue el cantante quien recibió una descarga eléctrica a través del micrófono y, cuando pudo desprenderse, tiró el pie del aparato que golpeó a Rodríguez, quien habría recibido mayor tensión. Otros testigos afirmaron que efectivamente el desperfecto se inició en el micrófono y que el bajista intentó arreglarlo o asistir a su amigo.
«Hay muchas versiones, todavía debemos establecer cómo se produjo el hecho», advirtió Piazza Iglesias y consideró que los testimonios de los integrantes de la banda y de quienes presenciaban el show resultarán claves para esto.
Desde la fiscalía ya se despacharon más de una decena de citaciones. Los primeros en declarar serán los compañeros de Rodríguez que fueron convocados para mañana. Los relatos permitirán determinar también si el show fue organizado por los propietarios del bar o si existió un productor y quién prestó el servicio de sonido.
(La Capital)