Pablo Procopio en un duro y emotivo mensaje pidió la renuncia de Lamberto
El periodista contó que el ministro expresó su pesar por el crimen de su hermano Sandro. «Con decir que está mal y llorar no hacemos nada, hay que resolver los problemas».
El periodista, Pablo Procopio, habló públicamente por primera vez luego del violento asesinato de su hermano Sandro, ocurrido el 24 de agosto cuando arribaba a una obra en construcción que dirigía en el barrio Bella Vista. Lo hizo esta mañana en el programa de radio que conduce. Pidió la renuncia del ministro de Seguridad Raúl Lamberto, que la ciudadanía refelxione sobre la violencia que se cobra cientos de vida en Rosario y solicitó al próximo gobernador Miguel Lifschitz que trabaje «seriamente» en el tema. «Basta de prueba y error, sean serios», exigió.
«Acá estamos, le vamos a dar para adelante, la vida es así, es difícil normalizar la vida después de algo que te la cambia absolutamente, es difícil reflexionar igual que antes de que sucediera esto. No quiero hablar de modo personal de lo que me pasó a mi, estaría mal usar el medio de comunicación para ello. Pero si quiero recordar a mi hermano como la mejor persona que conocí, estaba lleno de vida y se la quitaron en un segundo, por nada», arrancó.
«A partir de ese hecho se transformó nuestra vida, la mía, la de su esposa, la de su hijo, la de mi mamá. Como tantas otras vidas, recuerdo a Poremba, Bertini, Perrone, Escobar y a otros cientos de personas que perdieron la vida en las calles de Rosario. Somos personas que vivimos enrejadas, tratando de inventar recursos para que los delincuentes -quienes nos pueden matar- no entren a nuestra casa. Tenemos que reflexionar en que ciudad vivimos», continuó.
«Resulta que tenemos miedo cuando tomamos un taxi. Los taxistas tienen miedo de trabajar. Los médicos de ir a cubrir una emergencia por miedo a que lo maten. Si vas por la peatonal de noche no sabés con que te vas a encontrar. Si vas a la esquina de tu casa no hay un patrullero y tampoco anda la cámara de seguridad. Eso le pasa a todos los rosarinos pero lo naturalizamos», siguió.
«Nos pasa siempre, a todos nos ha pasado que nos roben. ¿Puede ser que no reflexionemos de verdad sobre esto? ¿Puede ser que nuestros hijos no puedan jugar en la calle? ¿Qué los padres tengan miedo cuando sus hijos salen porque no saben si vuelven o no? ¿Hasta cuando vamos a quedar pasivos, rehenes de los delincuentes, de los gobernantes?», se preguntó.
«Los gobernantes que no saben conducir la provincia son inoperantes, ineptos que no supieron resolver los problemas, son corruptos. Quienes no pudieron resolver estos problemas cotidianos son corruptos moralmente, quieren seguir quedándose para que les paguemos el sueldo, viviendo del Estado», indicó.
«No tengo porque soportar que un patrullero se instale en Santiago y Mendoza frente a la casa del ministro de Seguridad de Santa Fe, que ha tenido el triste récord de duplicar los crímenes en Santa Fe, un gobernador que lo avala ¿hasta cuando? Me gustaría saber si tiene dignidad el ministro. Me enseñaron que la dignidad es la responsabilidad para con uno y para con los demás», agregó.
«Si tiene dignidad, se tiene que ir él y su equipo, tiene que dar un paso al costado. Piense ministro en estas personas que mencioné, a las que llama por teléfono y les dice ‘estoy muy mal’. Con decir que está muy mal y llorar no hacemos nada, hay que resolver los problemas», expresó.
«Pienso en mi hermano todos los días, y así será siempre. Es difícil también escuchar que uno mismo, que la familia de uno es noticia. He pasado horas de desvelo, los peores días de mi vida», confesó.
«Espero que la próxima vez que me llame el ministro sea para decirme que se fue. Le pido al próximo gobernador que trabaje seriamente para esto. A todos que no dejemos de participar, para decir que Rosario es la ciudad más insegura y violenta del país. Basta de fotos retocadas y mentiras sobre el lugar donde vivimos. Reflexionemos todos juntos. Basta de probar, si me sale o no me sale, prueba-error, esos son los métodos que han probado en el último tiempo. Sean serios», exigió para cerrar con un agradecimiento «a compañeros, a los oyentes y a tanta gente que me ha enviado mensajes».
(La Capital)