Homenaje en el Concejo Municipal por el día del inmigrante
El Concejo Municipal de Rosario declara su homenaje a todos los inmigrantes que arribaron a estas tierras, y nos dejaron como legado y enseñanza la cultura del trabajo, el esfuerzo y sacrificio, en vistas a un futuro auspicioso para las generaciones venideras. El día en que se los conmemora, 4 de Septiembre.
Tuvimos esta iniciativa porque el 4 de Septiembre de 1812 el Primer Triunvirato dictó una disposición que ofrecía su «inmediata protección a los individuos de todas las naciones y a sus familias que deseen fijar su domicilio en el territorio argentino», asegurándoles pleno goce de los derechos del hombre en sociedad con tal de que respeten las leyes del país y no perturben el orden público.
En 1875 se creó la Comisión General de Inmigración y en 1876 se dicta la Ley N° 761 denominada Ley de Inmigración y Colonización. Y en el año 1949 mediante decreto n° 21.430, se declara al 4 de Septiembre como «Día del Inmigrante», y en el mismo se destaca «la conveniencia de que se rinda un permanente y público homenaje al inmigrante de todas las épocas, que sumó sus esperanzas con las de los argentinos, que regó la tierra con su sudor honrado, que ennobleció las artes, mejoró las industrias…».
Reivindiquemos que de distintas partes del mundo llegaron a nuestro país grupos de inmigrantes que se afincaron en estas tierras, mayormente españoles e italianos, quienes gracias a las afinidades idiomáticas y religiosas pudieron integrarse. La llamada “Utopía Agraria” los invitaba a alejarse de Europa y sus problemas locales para convertirse en pioneros y colonizadores en América..
En nuestro litoral se instalaron colonias de los más diversos orígenes étnicos, dando lugar a lo que se conoció posteriormente como la Pampa Gringa. En Rosario, por tener puerto comercial exportador desde 1860, recibió gran inmigración internacional. En 1852 la población de Rosario alcanzaba las 7000 personas, más, por el continuo progreso y desarrollo que los inmigrantes trajeron en pocos años hizo que en 1869, fecha en que se realiza el primer censo nacional, ya contara con una población de 23.000 personas y poco después de 45.000. El 70 % de éstos eran inmigrantes. Rosario se transformó en una ciudad pujante, sin demasiada interferencia del gobierno central. Se volvió centro comercial de mercaderías en tránsito y el puerto permitió la salida rápida de los frutos de la tierra que los primeros inmigrantes producían. Y así se desarrolló Rosario, gracias al aporte incansable de los inmigrantes, quienes fueron parte fundamental en el desarrollo económico, social y cultural.
Sentimos un deber rendir homenaje a estos hombres y mujeres que dejaron su madre patria para afincarse en América, y nos legaron las piedras fundamentales sobre las cuales construimos día a día el futuro para nuestra descendencia.