General López: un delincuente fue condenado a no poder vivir en donde robó
El hecho ocurrió en Amenábar, departamento General López. El imputado, de 43 años, solamente podrá visitar a sus familiares durante 3 días por mes, y en caso de hacerlo, deberá ir a la comisaría cada 6 horas.
Un hombre fue condenado a 3 años de prisión condicional por el robo de una vivienda en la localidad de Amenábar, departamento General López, pero además, no podrá estar más de 72 horas por mes en dicho lugar, y durante su estadía, deberá comparecer cada 6 horas en la comisaría.
La decisión fue adoptada durante un juicio abreviado celebrado en Rufino por la jueza Lorena Garini, quien de esta manera oficializó el acuerdo hecho por la Fiscalía y la Defensa.
El imputado, identificado como Carlos Alberto F., de 43 años, fue sometido a juicio por un robo ocurrido entre la noche del 11 de junio y la madrugada del 12 en una vivienda ubicada en calle Castelli al 200 de Amenábar. Según se supo en el juicio, el hombre se llevó dinero en efectivo; dos notebook; una tablet; un celular; una cámara digital de fotos; un GPS; joyas, alhajas y un reloj.
Tras ser detenido y luego de devolver parte de lo sustraído a las víctimas, el hombre fue sometido a juicio. Y en base a un pedido del fiscal del Ministerio Público de la Acusación, Mauricio Clavero, la jueza Garini estableció reglas de conducta entre las que se destacan que el condenado tiene prohibido durante los tres años que dura su condena condicional, residir en las localidades de Amenábar y Sancti Spíritu.
Además, en caso de visitar a su madre o a su hermano –que viven en Amenábar–, no lo podrá hacer por más de tres días al mes, y deberá informar a la policía el tiempo de su estadía, el lugar en el que permanecerá y concurrir a la subcomisaría de la localidad cada seis horas.
“En comunidades tan pequeñas y en las que no ocurren delitos de manera frecuente, la prohibición al condenado de vivir en el lugar es valorado por los vecinos”, señaló el fiscal Clavero.
“Ellos mismos me manifestaron que si una persona relacionada al delito se tiene que ir por un tiempo, se sienten más seguros y recuperan la tranquilidad luego de la conmoción que genera cualquier hecho delictivo en lugares tan chicos”, sostuvo Clavero.
Además, se adoptaron otras reglas de conducta de rutina para el condenado: prohibición de acercamiento y contacto con la víctima y con su vivienda; fijación de domicilio en otro lugar; sometimiento al patronato de la dirección Post Penitenciaria; donación de dos latas de alimento por mes por un año al hospital local de Amenábar; adopción de oficio, arte, industria o profesión; abstención del uso de estupefacientes o bebidas alcohólicas.
Por otra parte, se lo obligó a comprar una notebook y dársela a la víctima, y entregar una memoria de 32 GB para el MPA.
(El Ciudadano)