Murió un ex obispo acusado de haber sido pederasta
El ex nuncio de la República Dominicana Jozef Wesolowski, que enfrentaba un juicio en el Vaticano por delitos de abuso de menores y posesión de material pornográfico, murió el último viernes por una “falla cardíaca», según los primeros resultados de la autopsia.
Se trata del primer religioso que iba a ser juzgado en un caso de pederastia. Estaba bajo arresto en la Santa Sede.
La Santa Sede emitió este sábado un comunicado en el que explicó que las primeras conclusiones de las pericias al cuerpo del ex obispo polaco confirmaron que el deceso fue «por causas naturales, debido a evento cardíaco».
La autopsia fue ordenada por el promotor de justicia vaticano (fiscal), Gian Piero Milano, quien nombró a una comisión de tres peritos coordinada por Giovanni Arcudi, profesor de Medicina Legal de la Universidad romana de Tor Vergata.
Por otra parte, pese a las acusaciones en su contra, las autoridades del Vaticano dispusieron una capilla ardiente, y el próximo lunes se celebrará el funeral de Wesolowski, representante diplomático del Vaticano en República Dominicana entre 2008 y 2013.
El polaco fue encontrado muerto el último viernes, a las 5 de la madrugada, sentado en el sillón y con la televisión encendida en la habitación de su residencia en los Jardines vaticano, donde se encontraba en espera de que se celebrase el juicio en el tribunal vaticano.
Wesolowski era el primer obispo bajo arresto en la Santa Sede, así como el primer caso de pederastia por parte de un religioso que iba a ser juzgado en los tribunales vaticanos, recordó la agencia EFE.
La primera audiencia duró sólo unos minutos y se decidió posponerla debido a la ausencia del polaco.
El tribunal, por decisión papal, estaba formado por tres laicos: el presidente Giuseppe Dalla Torre y los jueces Antonio Bonnet y Paolo Papanti-Pellettier.
El 27 de junio de 2014, Wesolowski fue expulsado del sacerdocio tras un proceso canónico y el 22 de septiembre fue arrestado, aunque posteriormente fue puesto en libertad pero con la obligación de no abandonar el Vaticano al superarse los plazos de la detención preventiva.
(Rosario 3)