Análisis: Central no estuvo a la altura y ahora está obligado a replantear su plan para no alejarse de la punta
Por Axel Rolón (@AxelRolón1)
Dolorosa derrota para Rosario Central.Inesperada. Es cierto que no es alarmante que haya caído, en este fútbol argentino cualquiera parece poder perder tajada con cualquiera, sin embargo, lo es desde las formas. Como dijo su entrenador, fue la primera vez en el certamen que no hubo objeciones, el rival lo superó de principio a fin.
Desde los papeles se percibía que iba a ser un encuentro complicado. Coudet ante las bajas presentadas (Nery Dorminguez, Cesar Delgado) había decido cambiar de esquema, y en parte esto le modificó la estrategia. José Luis Fernández iba a ser el único encargado de tomar las riendas, de pedirla y hacer jugar, algo que no pudo aún cumplir desde que inició el ciclo en el conjunto auriazul. Los carrileros por su parte, tenían que hacer lo más importante para el desarrollo: abastecer al debutante Larrondo y Marco Ruben, en el área adversaria.
El canalla fue quien abrió el marcador.Solo 5 minutos se necesitaron para que Marco Ruben evidencie su potencia anotadora. Una jugada dividida fue el origen, Larrondo toma en tres cuarto el esférico de espaldas al arco, y se la cede al delantero que entre los centrales se escabulló para anotar la diferencia.
Aún así, ni siquiera ese gol tempranero, hizo cambiar las cosas. Quilmes, copó la parada, y sin demasiadas armas, lastimó más por obligación que por convicción. Central retrasado a partir de la mitad de cancha,tenía como plan jugar de contragolpe.
No obstante, lo ideado no salió. Musto por momentos se lo notó muy solo, le costó ser el sostén del mediocampo, y el equipo de Sava a través de Canelo explotó la zona Alvarez – Donatti. Central recuperaba la pelota en zonas bajas y carecía de profundidad por las bandas para contragolpear. Ni hablar de Fernández, que es visible que no está cómodo en la función de volante ofensivo. Por su parte, Larrondo lejos de lo previsto, tenía que retroceder para buscar la pelota. De todas maneras, demostró valencias para tener en cuenta. Disputó un buen cotejo pese a las adversidades.
El escenario estaba plateado. Quilmes que carecía de poder ofensivo, pero se avencina a través de desbordes y utilizaba la zona de Musto (la del 5) que no daba abasto para acercarse permanentemente con tiros de media distancia.
En contraposición, Central neta había tenido únicamente la del gol, aunque ya con algunas incursiones de Cervi, dejo en claro que el retroceso de Quilmes era pobre.
Los auriazules se fueron a los vestuarios con una ajustada diferencia. Pero la peor noticia vino desde fuera de la cancha, cuando Ruben salió del 11 por un golpe en la cintura.
Una buena decisión tomó en ese marco el Chacho: Giovanni Lo Celso a la cancha. Central a partir del complemento se paró con un 4-5-1. El carácter conservador de Rosario Central continúo en pie.
Definitivamente, los de Arroyito encontraron una notable estabilidad. A partir de limitaciones ajenas, y también de su mediocampo, que al tener a Lo Celso más retrasado por momentos, se taponó mejor la zona.
Justamente, en ese contexto de tranquilidad, llegó una ráfaga letal . Promediando la media hora, Quilmes alcanzó el empate. El gol se dio luego de que Alvarez no pudo contener el envió desde su sector (ahora era la franja izquierda) y desde el lado opuesto en forma de arrastrón definieron. Ese había sido el primer desborde concreto de Quilmes en la segunda parte.
Minutos más tarde, se completó la desgracia de Álvarez que jugó uno de sus peores partidos desde que está en Central. Mediante un tiro libre, cerca de la zona penal, pasaron a ganar luego de un desvió del disparo en el marcador de punta canalla.
Ya en una coyuntura de desesperación, nuevamente a través de una pelota parada, llegaron al gol. Bieler fue quien liquidó el encuentro, de cabeza luego de un córner lanzado desde la punta derecha.
En definitiva, Central completó 90 minutos para el olvido. Dentro de las pocas cosas positivas para rescatar, lo mejor al fin y al cabo fue Marco Ruben que está en un nivel intratable. También, la apertura del telón de Larrondo fue provisoria.
Momento de replanteo para Coudet y su cuerpo técnico que tienen la obligación de diagramar un equipo competitivo, ya que, los líderes se alejan paulatinamente. Para eso, la tarea es la misma que la de los partidos pasados: tener más volumen de juego. Lo principal sin dudas para eso, será recuperar el nivel individual de Franco Cervi y Jonás Aguirre. El otro punto, el que más escasea, será buscar alguien que haga de conductor en este equipo. ¿Podrá Delgado serlo en algún instante? Motivo de análisis para el futuro.