Alcoholemia cero: el debate
En el Concejo Municipal recibieron a representantes de ONG y especialistas para que expusieran sus argumentos, a favor y en contra, del proyecto que propone prohibir la ingesta de bebidas alcohólicas en los automovilistas.
El Concejo Municipal debatió ayer el controvertido proyecto de ordenanza Alcohol Cero, que prohíbe totalmente la ingesta de alcohol para la conducción de un vehículo, algo similar a lo que hoy rige para quienes conducen un servicio público (taxis, remises y colectivos). Si bien el proyecto cuenta con un amplio consenso dentro de palacio legislativo y con el respaldo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y varias ONG locales, también existen otros sectores relacionados a bares y restaurantes que presentan reparos y hasta aseguran que la iniciativa repercutirá negativamente en su actividad comercial.
El proyecto del concejal radical Sebastián Chale, como su nombre lo indica, prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas para los conductores particulares, que actualmente pueden presentar hasta 0,5 gramo de alcohol por litro de sangre. El proyecto contempla además medidas preventivas para quienes excedan este límite y sanciones monetarias a partir de 0,3 gramo.
La comisión de Gobierno del Concejo Municipal recibió ayer a especialistas en la materia que expusieron sus argumentos, a favor y en contra. Este último grupo estuvo representado por el especialista en seguridad vial y médico pediatra Osvaldo Aymo; Fabián Pons, del Observatorio Vial Latinoamericano y gerente durante 18 años de la empresa Cesvi; integrantes de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica (Aehgar) y la cámara de bolicheros.
En ese sentido, tanto Aymo como Pons coincidieron en la posibilidad de que aparezcan casos de “falsos positivos” (personas que pueden exceder el límite tras consumir un chocolate con licor o utilizar enjuagues bucales a base de alcohol), al tiempo que remarcaron la necesidad de hacer foco con el endurecimiento de penas sobre aquellos que conducen en total estado de ebriedad.
Por su parte, los bolicheros plantearon también sus reparos endilgando responsabilidades a los organismos estatales por la falta de controles. “La mayor cantidad de accidentes se producen entre las 6 y las 12. A esa hora no hay controles de alcoholemia y, cuando los hay, los jóvenes se avisan por mensajes de texto sobre su localización”, expresó Sergio Spagnolo, representante del sector.
En igual sintonía, desde Aehgar explicaron que la normativa representará severas pérdidas económicas para el sector, además de traer más problemas que soluciones en lo que respecta a la conducción responsable: “Los jóvenes no van a poder beber en Rosario y van a viajar a localidades cercanas con el peligro que implica la ruta”.
En esta oportunidad también fueron invitados representantes de la Asociación Compromiso Vial por Úrsula y Carla, Padres en la Ruta y Puente Estrella, quienes expresaron su apoyo a la iniciativa que busca equiparar el límite para conductores particulares y de servicio público, para quienes ya rige la prohibición.
Mónica Gangemi, madre de Úrsula Notz (fallecida en el accidente vial protagonizado por Matías Capozucca en mayo de 2005), mencionó que trabajos de la OMS ya plantean “0,4 como límite para alcoholemia” y precisó que “la ciudad santafesina de Reconquista tiene desde hace un año alcoholemia cero y con buen resultado”, al igual que Córdoba y Salta.
Martes 11, nueva cita
Los ediles que integran la comisión de Gobierno volverán a debatir el proyecto recién dentro de una semana, cuando se prevé recibir a otras ONG que estarán acompañadas por diversos profesionales.
(El Ciudadano)