El debate sobre los barrios privados se instala en la ciudad. Suma adhesiones poner un freno a los mismos.
La ciudad debate la proliferación de barrios privados. Indagar en esta cuestión pone sobre el tapete la distribución de las tierras y el acceso a la vivienda.
Por un lado vemos como estos proyectos urbanísticos de inversión privada simbolizan la negación de la ciudad, vivir a espaldas de la comunidad, al mismo tiempo que impiden la libre circulación vial y peatonal; y el control urbano (dentro del barrio privado) al municipio.
Pero, por otro lado, la carencia de planificación urbana local deja libre albedrío a cuestiones vinculadas con la seguridad, desarrollo laboral y saneamiento ambiental, entre otras cosas que contribuyen en gran medida a que la sociedad con alto poder adquisitivo pague y construya su propia ciudad.
Hoy existe un proyecto en el Concejo Municipal que está en manos de la comisión de Planeamiento y que posiblemente mañana sea tratado y parece generar consenso en distintos sectores de la oposición respecto a ponerle un freno a estos desarrollos privados.