Joven de 26 años asesinado a balazos
Ocurrió en una cooperativa de pescadores de Nansen y Frondizi. La Policía secuestró autos, motos y vainas servidas que tendrá que peritar. Hasta anoche había pocos datos para desentrañar un oscuro crimen con dos secuencias.
Un joven de 26 años fue asesinado de un certero disparo en el pecho durante el mediodía de ayer en la zona norte de Rosario. El episodio fue confuso y tuvo al menos dos secuencias. La primera, en el predio de una cooperativa de pescadores ubicada sobre la costanera, en Nansen y Frondizi, y la segunda, en Artigas al 300, a pocas cuadras de allí.
Según los investigadores, Luis Alberto Ereñú fue baleado en primer lugar en el marco de un intercambio de disparos y trasladado por dos amigos en motocicleta unos 600 metros, donde lo subieron a un auto que lo dejó en la puerta del hospital Alberdi.
El muchacho, oriundo de Villa Gobernador Gálvez, falleció en la ambulancia que lo derivaba al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria por la gravedad de la herida.
Fuentes del caso dijeron que tenía un impacto de bala con entrada y salida en la zona intercostal izquierda.
La Policía secuestró dentro de la edificación de la cooperativa de pescadores, detrás del mostrador de atención, tres vainas calibre 9 milímetros y una intacta. Y dijo que sobre la puerta y ventana que hay en ese mismo lugar había dos impactos de bala y esquirlas, por lo que dedujeron que hubo un intercambio de disparos.
También fueron incautados cuatro vehículos. De la puerta de la cooperativa secuestraron una motocicleta Titán 150 cc color azul, una moto de agua y una Kangoo azul. Y en calle Artigas al 300 una motocicleta Honda Tornado 250 cc, en la que se presume huyó los primeros metros el joven malherido con dos acompañantes.
Según esa versión, en esa dirección apareció una Kangoo roja, que continuó el traslado del herido hasta la guardia del hospital Alberdi. Entre los vehículos mencionados también figura un auto de alta gama, marca Audi o BMW, que tras la balacera salió a toda velocidad del predio de pescadores luego de que alguien cargara armas que sacó del lugar, según dijeron testigos.
Cuando llegaron los primeros policías alertados por los disparos, alrededor de las 13.30 de ayer, apareció una joven que se presentó como secretaria del lugar, al referir que tramita la habilitación de la cooperativa, ya que pese a su nombre está en manos privadas. La mujer, quien pidió no ser identificada, relató que les permitió el acceso a los primeros policías que llegaron, y que lo único que les llamó la atención fue una mancha de sangre sobre la parte trasera de la construcción, al aire libre. Agregó que más tarde se volvió a presentar en el predio y encontró a decenas de uniformados dentro de la cooperativa y puso en duda que las vainas secuestradas hayan estado allí desde el inicio.
En las inmediaciones del predio, ningún pescador quiso brindar datos del enfrentamiento, aunque varios ironizaron sobre el funcionamiento del lugar. “Eso no es una cooperativa, lo fue solo 43 días, en la época de (la intendencia de) Héctor Cavallero, que la abrió. Después quedó un dueño particular, que murió hace un año por la enfermedad del ratón. Pero se había asociado con la gente que vende droga. Ese lugar es una pantalla y lo saben todos, hasta la Policía. Se puede ver a la gente entrar y salir con armas en la cintura”, dijo.
El crimen de Ereñú es investigado por el fiscal de Homicidios Miguel Moreno, con colaboración de la Policía de Investigaciones y efectivos de la seccional 9ª que tiene jurisdicción en el lugar.
(El Ciudadano)