En una gran pelea, Floyd Mayweather le ganó a Manny Pacquiao por puntos
Fue por fallo unánime en el MGM Grand de Las Vegas por la unificación de los títulos welter AMB, CMB y OMB. (Mirá la pelea completa en video)
LAS VEGAS (DPA).- El estadounidense Floyd Mayweather ganó en Las Vegas con claridad y por decisión unánime de los tres jueces la esperado pelea ante el filipino Manny Pacquiao y alargó su invicto a 48-0.
Mayweather demostró que tiene motivos para decir que es uno de los mejores boxeadores de la historia y en septiembre podría acabar su carrera como invicto.
«Doy gracias a dios por esta victoria y a los fans. (Pacquiao) Es un boxeador tremendo, tuvo sus momentos, pero nosotros hicimos lo que teníamos que hacer», afirmó el campeón de la pelea que unificaba tres títulos de campeón del mundo del peso welter. Los jueces lo dieron como ganador por 116-112, 116-112 y 118-110.
«Creo que gané la pelea, él no hizo nada, sólo corrió», replicó Pacquiao. El primer round mostró un Pacquiao más tímido de lo habitual y fue Mayweather el que lanzó más golpes y el que impactó más en el filipino, que en el segundo ya se mostró más agresivo.
Mayweather no está acostumbrado a ser más alto que sus rivales, por lo que hoy parecía más poderoso, lo que le hizo ir en busca de golpes y no sólo basar su estrategia en la defensa, su gran arma.
El estadounidense lanzó la derecha con precisión sobre el cuerpo del filipino, cuya batería de golpes se perdía en el vacío. Pacquiao fue ganando en agresividad, pero no en eficacia.
En el cuarto asalto se vio ya al Pacquiao habitual, despiadado con una ruleta de golpes ante Mayweather, que durante unos segundos se cubrió la cara como podía, tendido sobre las cuerdas. Después, la zurda del filipino alcanzó por primera vez de lleno la cara del rival en el golpe más potente de la noche hasta ese momento.
En el quinto, Pacquiao estuvo de nuevo muy pasivo, y Mayweather empezó a «correr» y a evitar al oponente. Pareció un asalto de transición con el estadounidense, el campeón invicto, en control.
Pacquiao, que ganó más de tres kilos desde el pesaje del viernes hasta la pelea, regresó de nuevo a su ritmo vertiginoso en el sexto, pero el invicto, contra las cuerdas, se defendía con paciencia.
Durante la semana había clamado que era más inteligente. Parecía demostrarlo al decir «No, No» a su rival tras defenderse de la batería de golpes del filipino, que tuvo el apoyo mayoritario del público en el MGM Grand, que gritó varias veces «Manny, Manny».
Mayweather padre y entrenador aleccionó con crudeza al final del sexto a su hijo y pupilo, que se mostró un poco más agresivo. El estadounidense mostró su perfil más estratégico a partir del octavo asalto, seleccionando mejor los golpes y siendo más efectivos. ¿Qué valorarían más los jueces: actividad o acierto? El primer factor favorecía a Pacquiao, el segundo a Mayweather.
El filipino se empezaba a quedar sin tiempo. Los analistas daban clara ventaja al estadounidense a falta de tres asaltos, pero sólo tres jueces decidían y su resultado sólo se conocería al final.
Mayweather, rápido de reflejos como siempre, esquivaba todo girando la cabeza y dando un veloz paso atrás. Pacquiao, con cautela, temía su contragolpe.
El undécimo asalto comenzó con una derecha de Mayweather que impactó de lleno en el rostro de Pacquiao. Todo parecía decantado a favor del estadounidense. El filipino sólo tenía un asalto, tres minutos, para buscar el KO, única manera de ganar el combate ante un Mayweather en control absoluto, como en casi todas las 47 peleas anteriores que había ganado.
Parecía un imposible y lo fue. Mayweather sigue siendo invencible y con motivos para clamar ser uno de los mejores boxeadores de la historia. A falta de seis segundos ya celebró con el brazo en alto. Al acabar, se subió a las cuerdas como vencedor. Quedaba la confirmación, que llegó segundos después. (Cancha Llena)