Asaltan una casa vestidos de policías
Violenta entradera en barrio Belgrano. Las víctimas aseguran que mientras se perpetraba el atraco un móvil del Comando «les hacía el aguante» a los hampones.
«Se metieron de golpe en mi casa porque la puerta estaba abierta y dijeron que tenían una orden de allanamiento. Nos obligaron a tirarnos al suelo y comenzaron a robarnos». Así comenzó a relatar Juan Carlos Cavalliani el violento atraco sufrido a manos de siete hombres armados y vestidos con uniformes policiales que irrumpieron la madrugada de ayer en su vivienda del barrio Belgrano.
Luego de inmovilizar al hombre de 64 años y a su familia, los delincuentes se llevaron cerca de 20 mil pesos, un televisor, alhajas y ropa. Además, el dueño de casa señaló algo inquietante: durante el atraco, un móvil del Comando Radioeléctrico estuvo apostado a pocos metros de la propiedad, pero en ningún momento los uniformados intervinieron para evitar el asalto y, según afirmó la víctima, actuaron en «complicidad» con los maleantes.
Ambulantes. Juan Carlos y su esposa Norma Beatriz Battiato, de 63 años, se ganan la vida como vendedores ambulantes de artículos de plástico. A las cinco de la tarde del domingo la pareja llegó de Neuquén luego de un periplo de 25 días recorriendo en una camioneta localidades de esa provincia, Buenos Aires y Río Negro para realizar su actividad laboral.
Ya eran las 2 de la mañana del lunes y Norma dormía en su casa de Méjico 1530 mientras su marido, su hijo y su yerno estaban levantados. En ese momento fueron sorprendidos por la irrupción de siete hombres ataviados con uniformes policiales y armados con escopetas Itaka. «Tenemos una orden de allanamiento», dijeron los recién llegados apenas entraron, aunque jamás exhibieron el supuesto papel.
Mientras esto ocurría, un patrullero del Comando Radioeléctrico estaba apostado desde hacía media hora en el cruce de Pampa y Méjico. «A la 1.30 de la madrugada mi cuñada llegó del casino y vio el móvil», afirmó Juan Carlos.
Culatazo. Una vez adentro, los intrusos encañonaron a los tres hombres y los obligaron a tirarse al suelo. Cuando estaban en esa posición, los ladrones les quitaron las zapatillas. «Me buscaban a mí para que les diera la plata. Me dijeron «viejo y la puta que te parió» y me dieron un culatazo en la cabeza. A mi hijo le dieron un puntazo con una navaja», relató el dueño de casa.
Cuando ya estaban en el piso, los ladrones les ataron las manos y los pies a Juan Carlos y a su hijo. La violenta irrupción de los maleantes sobresaltó a Norma. Enseguida la mujer corrió la misma suerte que sus familiares. Con la situación controlada, los malhechores comenzaron a recorrer la vivienda en búsqueda de elementos valiosos.
«Me robaron nueve mil pesos que teníamos ahorrados, 1.200 pesos de mi jubilación y 600 pesos que tenía mi hijo», contó Norma. Los asaltantes también recogieron un televisor de 42 pulgadas con pantalla de plasma, las alianzas de casamiento de la pareja, anillos y un bolso con la ropa que el matrimonio había traído de Neuquén.
Hasta las gorras. Juan Carlos sostuvo que los maleantes estaban vestidos con los uniformes oficiales de la policía. «Cortes de pelo, chaleco, tenían hasta las gorras», afirmó la víctima, para agregar que los ladrones se comunicaban a través de handies con los efectivos del Comando Radioeléctrico que, según aseguró, «se encontraban en Pampa y Méjico haciéndoles el aguante».
«Les daban directivas a los que estaban en mi casa. Además mientras nos estaban robando el patrullero pasó despacito delante de mi casa», afirmó Juan Carlos.
El dueño de casa no puso precisar si los ladrones se marcharon con el botín sustraído en el móvil policial. «No lo pudimos ver porque estábamos adentro», comentó.
Al respecto, fuentes de la Fiscalía Regional señalaron que los investigadores manejaban ayer a la tarde dos versiones sobre la presencia de vehículos en la zona del robo. Algunos testigos hablaron de un auto con puertas naranjas y otros refirieron que tenía puertas azules. Asimismo, aseguraron que el otro auto que intervino fue un Chevrolet Corsa gris.
Un puntazo. Además del daño por lo sustraído, Juan Carlos y su hijo sufrieron en carne propia la violencia de los delincuentes. A él le asestaron un culatazo que le provocó un corte en la cabeza y su hijo recibió un puntazo con «una faca» que los ladrones dejaron abandonada en la casa.
«La ambulancia (de una empresa de emergencias médicas) recién vino a las nueve y media para atenderme», se lamentó el hombre. Juan Carlos también dijo que tampoco la policía acudió luego de que denunciara el atraco.
La PDI invesitga a los patrulleros
La denuncia de las víctimas del atraco sobre la presencia de un móvil policial en las inmediaciones de su casa mientras se concretaba la entradera fue considerada de manera respetuosa pero relativizada desde la Unidad Regional II. Un alto jefe policial adujo que, según la denuncia presentada en Fiscalía, la víctima no habló de un patrullero sino de un vehículo Chevrolet Corsa con las puertas naranjas, una luz tipo baliza naranja y aparentemente una insignia policial. “Está interviniendo la PDI y el Ministerio Público de la Acusación sobre este hecho. Una cuestión elemental es que como todos los móviles tienen sistema de GPS que permite determinar la ubicación de cada unidad se haga un rápido rastreo para establecer si hubo una patrulla cerca del sitio del hecho”, dijo el oficial superior consultado.
(La Capital)