Caso Emi y Facu: Hoy se conocerá la sentencia
Siniestro de tránsito. Es el primer caso que llega a esa instancia tras la reforma del Código Procesal de la provincia. Los papás de los chicos fallecidos cuestionaron los «encubrimientos».
El juez José Luis Suárez dará hoy a conocer su fallo en el primer juicio oral y público de un accidente de tránsito. Tras el siniestro murieron Emiliano Cáceres y Facundo Aguirre, de 18 años, cuando viajaban en la parte trasera del auto conducido por Federico Gómez, acusado por doble homicidio culposo.
La sentencia llega después de que el viernes pasado Gómez rompiera el silencio, una vez terminados los alegatos, al pedirle su abogado esa posibilidad. Fue en ese momento cuando aseguró: «Nunca tuve la posibilidad de pedir disculpas a las familias».
Los dos jóvenes murieron el 14 de febrero de 2014 al chocar el Fiat Uno blanco conducido por Gómez y donde viajaban, contra un camión en avenida Pellegrini y Provincias Unidas. Eran amigos.
Tres días antes del pedido de disculpas, al terminar el juez una inspección ocular al recorrido que realizaron al salir los chicos de una fiesta en Funes, los padres de Emi y Facu —hasta aquí sus esposas fueron las voces del dolor—, mostraron expectativa en torno al fallo. «Lo único que nos mantiene vivos es escuchar una condena ejemplificadora», apuntó Sergio Aguirre, papá de Facundo.
«Lo que me duele más, y lo que no puedo entender, son todas las maniobras posteriores que convirtieron esto en una tragedia», agregó Pedro Cáceres —papá de Emiliano—, quien remarcó una y otra vez la responsabilidad de los padres y «valores» que se transmiten cuando después de una negligencia o una transgresión de los límites de los hijos no hacen más que seguir borrándolas.
Los padres de Emi y Facu denunciaron irregularidades y encubrimiento policial. Y apuntaron, casi desde un inicio, a la madre de Federico, que trabajaba en la Policía al momento del accidente.
Si bien resaltaron la entereza de sus «mujeres», de las «madres», dijeron que se les hizo, esta vez, imposible reconstruir el trayecto hacia la tragedia. «En esta nos tocó a los hombres», coincidieron. Y agregaron que, aunque a Federico lo vieron a lo largo de estas semanas en el recinto en el que se sustancia el juicio, la reconstrucción desde el Club de Suboficiales de la Fuerza Aérea Argentina, en Funes, hasta el momento del impacto que les cambió la vida, les resultó a las «madres» de una dureza difícil de soportar.
Transgresiones. Poco a poco, como fantasmas, aparecieron en la charla otros casos de accidentes de tránsito en los que sus padres «buscaron proteger a sus hijos» dañando o ocultando pruebas. Y también ilustres apellidos que sí lograron quedar afuera de la mirada pública y, sobre todo, de afrontar las consecuencias judiciales derivadas de siniestros de tránsito.
Última conversación. «Seguramente yo estaría viendo hoy cómo hacer para sostener a mi hijo, que imagino, se hubiese entregado, porque esos son los valores que le inculcamos toda la vida cuando uno se manda una macana», desprendió desde bien adentro Pedro, quien recreó el último diálogo con su hijo en la esquina de San Martín y Uriburu, antes de que se subiera al colectivo que lo llevó a la fiesta. Fue sobre por qué no lo dejaba llevar el auto: «Escuchame boludo no hagas una cagada, vos sabés lo que te estoy diciendo», recordó desde el limbo en el aseguró que hoy vive.
Hoy el juez Suárez dará a conocer su fallo, que será transmitido en vivo en una pantalla gigante que estará afuera de los tribunales provinciales. El juez convocó a las partes para las 16.
La querella pidió cinco años de prisión efectiva por la figura de «homicidio culposo agravado», y el mismo plazo de restricción para conducir.
En tanto, el abogado defensor Jorge Bedouret solicitó la absolución de su cliente.
Y, como lo hicieron en la apertura del juicio, los fiscales Mariana Prunotto y Walter Jurado insistieron en una pena efectiva de cuatro años de prisión y diez años de inhabilitación.
(La Capital)