Una pareja de Rosario y sus tres hijos murieron en un brutal choque en la ruta 18

El siniestro ocurrió minutos después del mediodía, cuando el auto en el que viajaba la familia impactó frontalmente contra un camión que transportaba piedras desde el sur del país.

Un matrimonio y sus tres hijos menores de edad murieron ayer en un choque en la ruta 18, a 600 metros del cruce con la A012, en jurisdiccion de Piñero. El siniestro ocurrió minutos después del mediodía, cuando el auto en el que viajaba la familia oriunda de Rosario impactó frontalmente contra un camión que transportaba piedras desde el sur del país.

El automóvil, un Peugeot 504 color blanco, era conducido por Juan Carlos Escobar, de 45 años, quien viajaba junto a su esposa, sus dos hijas de aproximadamente 7 y 10 años respectivamente, y su hijo de unos 13 años, según calcularon la policía y los peritos, que anoche sólo contaban con la identidad del hombre fallecido, a partir de su carnet de conducir. Al cierre de esta edición, nadie había reclamado por ellos aún.

La familia se dirigía en sentido norte-sur por la ruta 18. «El Peugeot iba entre un convoy de vehículos, pero parece que (Escobar) iba apurado porque desde antes ya venía haciendo zig zag, pasando autos y frenando de golpe. Acá nomás, a metros del cruce con la A012, se salió de la fila para adelantarse, y se encontró de frente con el camión. No le dio tiempo a nada», contaba ayer un testigo del hecho, que se quedó a mirar la triste escena del retiro de los restos del trágico siniestro, registrado en el kilómetro 6,5, a la altura del paraje La Carolina.

El camión, un Fíat Iveco Attack perteneciente a la empresa rosarina de transportes Transequipos, venía desde el sur del país, trasladando piedras de Puerto Madryn, y estiman que la carga era de unos 30 mil kilogramos.

Si bien aún no hay resultados de pericias ni datos oficiales sobre la mecánica del choque, en el lugar se podía comprobar que efectivamente el Peugeot (de un modelo muy viejo y con las cubiertas de las ruedas visiblemente lisas) cruzó de carril y literalmente se incrustó debajo de la cabina del transporte, la cual quedó destruida en su base.

Testigos. «Hoy tuve la desgracia de ver este accidente. Yo venía a 100 metros del Peugeot y el camión se veía venir desde esa distancia, así que lo que hizo este conductor me parece una animalada, mató a toda su familia por imprudente, porque veníamos todos: una Suran, el Peugeot, una Duster, otro auto y yo. No tiene nada que ver si tenía o no inspección técnica vehicular, en este caso el único culpable es el conductor del Peugeot», comentó ayer en la web de La Capital el lector Jorge Ledesma.

Franco Martín, otro comentarista y testigo del siniestro, agregó: «Yo también tuve la desgracia de ver este terrible accidente. Nosotros estabamos en la Suran. No hay explicación alguna para lo que hizo el conductor del auto».

Ileso, pero afectado. El conductor del camión es Rubén Hereñú, quien resultó ileso, aunque en un principio quedó shockeado por la magnitud y las consecuencias fatales del impacto y por ello debió recibir asistencia en una ambulancia del Sies. El chofer, de 38 y oriundo de Rosario, permaneció en el lugar mientras se hacían las diligencias policiales y judiciales a cargo del fiscal Walter Jurado. Promediando las 16.30, cuando ya se habían retirado los cuerpos y se comenzaba a limpiar la ruta, fue trasladado a la delegación de Piñero.

«Estábamos comiendo un asado, y nos extrañó que Rubén se demoraba en llegar. Hasta que recibimos el llamado de que había chocado a menos de 50 kilómetros de llegar a casa y vinimos en seguida toda la familia para acá», contó un tío del camionero, también de apellido Hereñú, mientras de a poco iban llegando más parientes a la escena.

Elda, la madre del chofer, también estaba presente detras el vallado policial atenta a todo lo que sucedía y a los movimientos de su hijo. «Rubén está muy mal, muy afectado. Se acercó en un momento y me dijo: ‘por qué me tocó esto a mí, mamá'», se lamentó la mujer, renegando por la peligrosidad de las rutas y la imprudencia de los conductores.

(La Capital)