Por defender a su padre de un robo terminó con un balazo en el cuello
Diego Spinelli está internado en terapia intensiva y con un pronóstico médico desalentador ya que la bala afectó su columna.
«Esto iba a terminar en un choreo más, pero la mala fortuna hizo que apareciera Diego en escena y le dispararon. Yo escuche que uno gritó: «Tirale, tirale». Y se escucharon los disparos cuando los choros ya se iban». El relato de un vecino de Estado de Israel al 3000, en el barrio Santa Teresita, no hizo más que agregarle dramatismo al robo en el que fue malherido el sargento del Comando Radioeléctrico Diego Alberto Spinelli, de 35 años y con 15 de servicio en la fuerza. El policía, que estaba franco de servicio, recibió un balazo en el cuello poco después de las 20 del jueves cuando intentó interceder para frenar las agresiones que sufría su padre en medio del robo a su casa. El balazo le impactó en el cuello, le afectó la sexta vertebra cervical y le lesionó un pulmón.
Todo ocurrió a escasos 150 metros del perímetro de lo que fuera la alcaidía mayor de Jefatura, hoy la Unidad Penitenciaria Nº 6. «Son buena gente, buenos vecinos. La verdad es que todos en la cuadra estamos consternados por lo que pasó con Diego porque ellos son vecinos de toda la vida. El padre es taxista; la mamá tiene una tiendita acá a la vuelta y ellos son tres hermanos. Diego vive con su esposa y dos pequeños hijos en una casa en el fondo de la vivienda de sus padres», explicó un residente del lugar. Y agregó: «Los ladrones fueron muy osados, porque en esta zona la gran mayoría de los vecinos son policías».
Los Spinelli viven en una modesta casa de material con garaje, a mitad de cuadra. «Generalmente la puerta del garaje está abierta porque la familia tiene varios nietos que entran y salen. El garaje está conectado a la casa por una puerta de madera. Los ladrones llegaron en dos motos y entraron por el garaje. Golpearon la puerta de madera (de acceso a la vivienda) y cuando Roberto (de 59 años y padre de Diego) atendió se le metieron», explicó un vecino. «Marta (la mamá) había llegado hacía pocos minutos de Buenos Aires, donde había viajado a comprar ropa para su tiendita, así que no sería extraño que la hubieran seguido», indicó el vecino.
De los cuatro ladrones tres estaban armados. Una vez que ganaron el interior de la casa arremetieron a culatazos contra Roberto y maniataron a uno de los hermanos de Diego. Mientra levantaban un televisor LED, celulares y el bolso de ropa comprada en Buenos Aires, Marta corrió a la casa de Diego y gritó: «Le están robando a tu padre».
La irrupción. Diego no titubeó y salió a la carrera hacia la casa del frente. Se desconoce si entró portando su pistola, aunque algunos vecinos se la jugaron porque el policía enfrentó a los ladrones sin arma.
«Escuché los gritos y antes de que pudiera asomarme uno de los ladrones ordenó: «Tirale, tirale». Y se escucharon dos o tres disparos. Cuando yo me asomé, vi que una de las motos se iba por Estado de Israel hacia Francia», indicó un vecino. Con el olor a pólvora flotando en el aire, Diego quedó tirado en el piso con un balazo en el cuello. «Nunca perdió el conocimiento. Lo único que pedía es que atendieran primero al padre, al que lo habían golpeado mucho. Pero cuando se lo llevaron en ambulancia, Diego decía que no sentía las piernas», agregó otro vecino.
«Para el barrio es muy conmocionante porque el bastardo que le disparó le tiró a matar. No lo quiso herir, lo quiso matar. Y así son las cosas, nosotros estamos metidos adentro y la calle es de los choros. Fijate dónde estamos, a 150 metros de la cárcel y sin embargo esto es tierra de nadie. El otro día le robaron a un gendarme frente a uno de los puestos del Servicio Penitenciario y ¿sabés que le dijeron?: «Nosotros no podemos hacer nada porque no podemos abandonar nuestros puestos de guardia»», explicó una mujer.
Padre e hijo fueron trasladados al Hospital de Emergencia. Roberto quedó internado en observación y Diego, por su parte, fue derivado a terapia intensiva en grave estado. Uno de sus amigos comentó ayer en la edición online de este diario: «Diego no volverá a caminar pero esta fuera de peligro. Luego de ser intervenido quirúrgicamente pasada la medianoche, el primer parte médico indicaría que se encuentra fuera de peligro aunque no volvería a caminar, ya que el impacto le ingresó por la nuca hasta la médula y una esquirla se alojó en la zona pulmonar».
(La Capital)