Corte de luz generalizado en Rosario y alrededores
El corte se debió a un desperfecto en el sistema interconectado nacional. La gente expresó temor a través de mensajes de texto. El suministro de agua de agua potable quedó afectado en toda la ciudad.
Gran parte de la ciudad y del cordón norte-oeste de la región quedaron a oscuras durante media hora producto de un apagón que tuvo origen en un «desenganche» de 132 mil voltios en la planta de la transportadora de energía eléctrica de alta tensión Transener de Pérez. La falla dejó fuera de servicio a más de 15 estaciones transformadoras en la zona, al menos seis de ellas en Rosario. Y se encendió el malestar y el temor en las redes sociales y a través de mensajes texto.
«Estamos en emergencia», fue la escueta respuesta desde la planta de Transener, incluso después de que la energía había vuelto tras el corte producido a las 21 y que se extendió por espacio de 35 minutos. Además de una franja importante de Rosario quedaron a oscuras San Lorenzo, Ibarlucea, Puerto San Martín, Funes, Roldán, Capitán Bermúdez y La Ribera, entre otras poblaciones.
La Estación Rosario Oeste de Transener es uno de los tres puntos de ingreso de energía a la provincia a través del sistema interconectado nacional. Si bien quedó afuera aproximadamente el 8 por ciento (132 megavatios) de los 1.500 con los que opera la provincia, el impacto se notó debido a la alta densidad poblacional que hay en la región.
De las 13 estaciones transformadoras de Rosario salieron de funcionamiento las del centro, aeropuerto, Scalabrini Ortiz, Sarmiento y Provincias Unidas, según informó la Empresa Provincial de la Energía (EPE).
Apenas producido el apagón, los mensajes de texto y en las redes sociales comenzaron a dar cuenta de que el panorama era más grave de lo que se suponía. Empezaron a entrecruzarse comentarios de las situaciones vividas en distintas zonas de la ciudad y en las poblaciones cercanas. Las consultas buscaron saber hasta dónde llegaba el corte. De inmediato, se supo que se trataba de una situación generalizada.
Los grandes espacios que no cuentan con grupos electrógenos sintieron la situación con creces. En Pichincha, por ejemplo, bares muy concurridos quedaron a oscuras y en medio de mucha tensión. Y ni hablar de lo que ocurrió en cada domicilio: casas y departamentos donde la penumbra total sorprendió y hasta generó situaciones domésticas desagradables. Ascensores que se pararon de golpe y tropiezos con muebles fueron cuestiones comunes, sin contar otras más graves como la interrupción de tratamientos médicos que requieren de la energía eléctrica.
Por otro lado, la clásica postal de la gente aguardando en la calle la posibilidad de subir a los departamentos ubicados en los pisos superiores de las torres se multiplicó.
Si bien la interrupción duró poco, la habitual preocupación por los alimentos guardados en la heladera también estuvo en boca de todos. Pero la comida no llegó a descomponerse.
Agua. El sistema de provisión de agua también resultó afectado ya que se paralizó el funcionamiento de la planta potabilizadora de Aguas Santafesinas SA (Assa). Fuentes de la empresa especulaban anoche que el servicio se repondría esta madrugada.
No hubo tensión eléctrica en la planta. Muchas viviendas y otras sitios de la ciudad vieron cómo mermó el fluido, salvo donde hay cisternas y tanques elevados con buena reserva. Los referentes de Assa señalaron que recomponer el nivel habitual del servicio lleva siempre más tiempo que en el caso de la EPE, porque la luz vuelve de golpe y el agua no.
(La Capital)