Sandra Arroyo Salgado: «Nisman no se suicidó, lo mataron»
La magistrada advirtió que el cuerpo de su ex marido fue movido tras el fallecimiento y que el arma hallada en el lugar del hecho es la que se utilizó para el disparo.
La jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, querellante en la causa por la muerte de su ex marido Alberto Nisman, denunció ayer ante la Justicia que el fiscal de la causa Amia fue víctima de un «magnicidio de proporciones desconocidas que merece respuesta de las instituciones de la República». Lo hizo al presentar las conclusiones a las que llegó su equipo «interdisciplinario» de asesores, que analizó las fotos del hallazgo del cadáver (el 18 de enero pasado), las imágenes de la autopsia y los resultados de los peritajes que constan en la causa.
De ese modo, Arroyo Salgado buscó dar por tierra con la investigación que viene llevando adelante la fiscal Viviana Fein. «Lógicamente que el suicidio que pretenden comprobar no podrá ser acreditado por la simple razón de que a Nisman lo mataron», aseveró la jueza en una exposición que brindó, junto a sus asesores, en el teatro del Viejo Concejo, a metros de la catedral de San Isidro.
Al respecto, Fein sostuvo que estudiará la opinión de la querella, que cotejará con las conclusiones oficiales y que recién cuando cuente con los peritajes de teléfonos y computadoras de los últimos días de la víctima podrá llegar a una conclusión. Y se quejó de las demoras que le opusieron la querella y la defensa de Diego Lagomarsino (el dueño del arma que causó la muerte del fiscal).
Nisman fue encontrado muerto el domingo 18 de enero en el baño de su departamento, cuatro días después de haber denunciado a la presidenta Cristina Kirchner por un supuesto encubrimiento en favor de Irán en la causa Amia y horas antes de presentarse ante la Cámara de Diputados para detallar esa acusación.
La madre de sus hijas presentó las conclusiones de los expertos de su equipo: el defensor público oficial Germán Carlevaro (querellante en nombre de las hijas y la madre del fiscal), los médicos forenses Osvaldo Raffo y Julio Ravioli y el criminalista Daniel Salcedo.
A Nisman lo «mataron» la noche del sábado 17 y no a las 15 del domingo 18, como estableció la autopsia oficial, un trámite al que les impideron participar a sus familiares pese a varios llamados a autoridades nacionales y judiciales, agregó.
Según precisó la jueza, «la data de la muerte es de 36 horas» previas a la autopsia (con un lapso de diferencia de cuatro horas más/menos), practicada entre las 8 y las 10 del lunes 19 de enero.
Además, indicó que «el cuerpo se manipuló» y «hubo agonía» por parte de la víctima porque «no existió espasmo cadavérico» en la mano derecha (signo de que habría accionado la pistola), lo cual contradice a la pericia oficial.
También dijo que el disparo mortal se concretó con la pistola calibre 22 que le prestó Lagomarsino y que fue un tiro «de derecha a izquierda, de abajo hacia arriba y de atrás hacia adelante», realizado a tres centímetros sobre la oreja.
Al respecto, Maximiliano Rusconi, abogado de Lagomarsino, advirtió que «afirmar que esto es un homicidio cierra una línea de investigación».
La jueza resaltó, además, que su ex marido no estaba borracho al momento de morir, como deslizó la agencia de noticias Infojus, del Ministerio de Justicia.
«Nisman no sufrió un accidente, no se suicidó: lo mataron. Es un magnicidio de proporciones desconocidas que merece respuestas de parte de las instituciones de la República», concluyó Arroyo Salgado.
Para Fein, hay una disidencia de expertos
La fiscal de la causa por la muerte de Alberto Nisman, Viviana Fein, sostuvo ayer que hay una «disidencia de peritos» en la investigación, en referencia a las advertencias de la jueza Sandra Arroyo Salgado, ex esposa del titular de la UFI-Amia, respecto de que el caso fue un «homicidio», por lo que pidió «prudencia» para determinar «cuál arribó a la verdad».
Fein indicó que las conclusiones de la querella sobre los motivos de la muerte de Nisman se deben a «un tema netamente técnico de disidencia de peritos» que deberá investigar.
«Los peritos de parte presentaron un dictamen con varios puntos que tendrán que ser evaluados por mí, asesorarme en la parte médica y convocarlos a que me fundamenten las conclusiones, como también a los médicos forenses», detalló la funcionaria judicial.
En conferencia de prensa, Fein sostuvo que la fiscalía que conduce «no tiene en claro que se pueda hablar hoy de un homicidio».
Y explicó que «los peritos de parte, con gran experiencia, como también los oficiales, disienten, porque son médicos, sobre temas netamente técnicos» como «la hora del fallecimiento de Nisman», entre otros puntos.
Pese a aclarar que no había leído todo el informe presentado por la querella, consignó sin embargo que las disidencias se producen en «las horas de muerte, el análisis toxicológico, si se movió o no el cuerpo y la agonía».
«Tenemos que evaluar citando a los peritos de parte a que me fundamenten sus conclusiones, y a los peritos oficiales también», detalló. Luego aclaró: «De no conformarme, realizaremos una nueva pericia, como ocurre en todas las causas».
Fein advirtió, además, que ni Salgado ni ella tienen «conocimientos técnicos» y reafirmó que la investigación debe determinar «si fue suicidio inducido o voluntario u homicidio».
Además, aclaró que «en ningún momento» fue «anoticiada en modo y forma de poder esperar a practicar la autopsia» sobre el cuerpo de Nisman con Arroyo Salgado y los peritos de parte.
Respecto de que el cuerpo de Nisman fue «movido», reafirmó que «no puede dar fe» de lo que ocurrió desde las 22.30 hasta la 1.30, el horario de su arribo al departamento del fiscal, en Puerto Madero.
Conclusiones de un informe que contradice la investigación
Las siguientes son las conclusiones a las que llegó el equipo de la querella encabezada por la jueza Sandra Arroyo Salgado:
• Nisman murió “como consecuencia de la hemorragia encefálica producida por un proyectil de arma de fuego”.
• La pistola Bersa calibre 22 hallada en el departamento del fiscal “presenta signos de haber sido usada en el hecho”.
• “Las pericias de barrido en busca de residuos en manos dieron resultado negativo (no había restos de pólvora en las manos de Nisman)”.
• “La pericia toxicológica indicó la presencia de benzodiacepina de uso habitual de la víctima en cantidades indeterminables, cafeína en cantidades indeterminables y alcohol en contenido gástrico, compatible con una mínima ingesta de bebida alcohólica o con la fermentación natural de elementos ingeridos. No se demostró la presencia de alcohol en vísceras, sangre u orina”.
• “No hubo espasmo cadavérico sino agonía”, que se pudo comprobar por “la copiosa hemorragia externa”.
• “La posición en la que fue encontrado el cuerpo no fue la final”. Es decir: el cuerpo de Nisman fue movido.
• El cuerpo se hallaba exangüe y laxo al momento del inicio de la autopsia”.
• La data de muerte “es de 36 horas, más o menos, a partir del inicio de la autopsia”.
• “El orificio de entrada es a centímetros del pabellón auricular. La distancia no fue de más de un centímetro con trayectoria de derecha a izquierda, de abajo hacia arriba y de atrás hacia adelante”.
• “El análisis del lugar del hecho, así como las evidencias físicas del escenario de esta muerte violenta, descartan la posibilidad de que el hecho sea accidental. Se descarta la probabilidad de la hipótesis en modalidad suicida”.
(La Capital)