Los restos del ex presidente viajan rumbo a Santa Cruz y llegarán a Río Gallegos después de la cinco de la tarde
El avión presidencial que transporta el féretro de Néstor Kirchner partió esta tarde a las 14:44 rumbo a Río Gallegos, donde serán inhumados los restos del ex mandatario. En el avión están la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y sus hijos, Máximo y Florencia. El cortejo fúnebre había iniciado su recorrido una hora y media antes desde la Casa Rosada y, a paso de hombre, fue acompañado por una multitud.
Un doble cordón de granaderos formó fila al paso del féretro y detrás de él, caminaron la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y sus hijos, Florencia y Máximo, quienes abordaron el avión que los traslada rumbo a la capital santacruceña.
Bajo una intensa lluvia, el cortejo fúnebre había iniciado su recorrido desde la Casa de Gobierno a las 13.17.
La marcha de San Lorenzo, entonada por la fanfarría Alto Perú del Regimiento de Granaderos a Caballo, ubicada en la escalinata de la Casa Rosada, había comenzado a sonar en el mismo momento en que el auto empezó a circular, a paso de hombre y entre una multitud, rumbo al Aeroparque.
Empleados de dependencias públicas, como el ministerio del Interior y oficinas de la Universidad de Buenos Aires, salieron a los balcones para saludar el paso del cortejo fúnebre. Los simpatizantes del ex mandatario arrojaron flores, banderas y cascos amarillos y azules sobre el auto que contiene el féretro del ex presidente, que avanzaba -a paso de hombre- por la avenida Leandro N.Alem.
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, caminó al lado del cortejo fúnebre, con lágrimas en los ojos y coreando con la multitud “Néstor no se murió”.
El auto que trasladaba los restos del ex presidente se detuvo unos minutos frente a la sede del ministerio de Trabajo, ubicado sobre la avenida Leandro N. Alem al 600, donde la mayoría de los trabajadores de esa cartera bajó de sus oficinas a la calle para saludar el paso del ex mandatario.
La viceministra Noemí Rial; el secretario de Empleo, Enrique Deibe y el subsecretario de Políticas de Empleo y Formación, Matías Barroetaveña, participaron del homenaje en las puertas del Ministerio.
En tanto, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien también acompañó el cortejo fúnebre, recibió el insistente pedido de la multitud para que continúe acompañando a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. «No abandones a Cristina», le gritó la multitud, al paso del auto que llevaba a Randazzo en su paso por Leandro N. Alem.
Luego, el cortejo recorrió algunos metros por la avenida Córdoba y continuó por la 9 de Julio, ante miles de personas que se congregaron a sus costados, con banderas y carteles, y que pugnaban por acercarse al auto que contiene el féretro, mientras efectivos de la Policía Federal intentaban despejar el camino.
Más tarde, el cortejo se encaminó por la calle Salguero hasta la Costanera Norte y de allí hasta el Aeroparque metropolitano, donde la Presidenta, junto a sus hijos Máximo y Florencia Kirchner abordaron el avión que los trasladó, junto con el féretro, hacia Río Gallegos.