Para la fiscal Fein, la muerte de Nisman sigue siendo “dudosa”
“No voy a opinar”, dijo la funcionaria judicial sobre el cambio de postura de la presidenta que ahora descarta el suicidio.
La fiscal Viviana Fein reiteró ayer que la carátula de la causa sobre el fallecimiento del fiscal Alberto Nisman sigue siendo “muerte dudosa”, luego de los dichos de la presidenta Cristina Kirchner, que se inclinó por la teoría del asesinato. “Muerte dudosa”, respondió escuetamente Fein, durante una improvisada conferencia de prensa en la cual eludió referirse a al último mensaje de la presidenta, en el que mostró un giro en su postura sobre el caso, pero al respecto la fiscal afirmó tajante: “No voy a opinar”.
Fein, quien al cierre de esta edición realizaba un nuevo allanamiento en el departamento del extinto fiscal, brindó más temprano detalles sobre el avance de la investigación y señaló que empleados de la Unidad Fiscal (UFI) Amia, la oficina que encabezaba el fallecido fiscal, irán yendo a la Fiscalía a dar sus testimonios “progresivamente”.
Dijo, además, que no iba a “hacer pública” la situación de Diego Lagomarsino, el colaborador de Nisman que le prestó la pistola calibre 22 con la que el domingo supuestamente se pegó un balazo en la sien. Respecto de cómo una persona pudo entrar con un revólver calibre 22 por el control de seguridad del edificio Le Parc, donde vivía el fiscal fallecido, la fiscal Fein señaló que “el señor Lagomarsino iba muy seguido a la casa del doctor Nisman” y que “sólo tenía que anunciarse en el registro de visitas”. Fein también sostuvo que no iba a “llamar a declarar” al histórico agente de Inteligencia Antonio Horacio Stiuso, alias “Jaime”, quien a mediados de diciembre fue echado del cargo de jefe de Contrainteligencia por el entonces flamante secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli.
Stiuso, admitió Nisman antes de morir, fue uno de los principales colaboradores de la investigación sobre el atentado a la Amia y sostenía la pista iraní.
“A Stiuso no lo voy a llevar a declarar. Sobre Lagomarsino estamos evaluando con la doctora Palmaghini (la jueza a cargo) si debe ser citado nuevamente o qué vamos a hacer”, dijo Fein y agregó sobre el experto en informática que “el lunes declaró la facilitación del arma” a Nisman “y nada más”. Fein señaló también que “la nueva huella plantar de la mano que se encontró al lado de un equipo de aire acondicionado frente a una ventana-puerta que está en la cocina”, lo que se definió como un “pasadizo” entre el departamento de Nisman y uno contiguo, va a ser “cotejada” con “personal de mantenimiento de Le Parc, que cada tantos días iba a cada unidad a verificar el funcionamiento de los equipos”. Sostuvo que “no se allanó la casa del vecino” de Nisman, sino que “se limitó a averiguar, se tocó el timbre y se identificó quién vive al lado”. “Es una persona que alquiló normalmente en el lugar. No quieren hablar, pero eventualmente se les tomará un testimonio a todos los vecinos circundantes y más contiguos”, anticipó Fein.
Afirmó asimismo que “la ex esposa de Nisman”, la jueza de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, “pidió ser tenida por parte querellante” y que la decisión quedó ahora en manos de la jueza Fabiana Palmaghini.
La pista de un sobre
Fein ordenó un allanamiento en la casa del periodista Laureano “Toti” Pérez Izquierdo, a quien Alberto Nisman le había hecho llegar un sobre con información sobre la denuncia contra la presidenta un día antes de morir. El periodista escribió en Twitter: “Me acabo de enterar de que la Justicia buscaba anoche, en mi edificio, a un tal Toti. Sí, soy yo. Estoy a disposición en la redacción de Infobae. No está más, lo tiré al instante al sobre. Era información que ya podía volcar en una nota”, dijo y señaló que fue a declarar “de manera espontánea” porque el allanamiento se realizó en otro departamento por “equivocación”.
Madre de Nisman dijo que la puerta de servicio tenía dos llaves y una sí estaba cerrada
La madre del extinto fiscal Alberto Nisman, Sara Garfunkel, ratificó ayer que la puerta de servicio de la casa que habitaba su hijo en el piso 13 de la Torre Le Parc, del barrio porteño de Puerto Madero, estaba cerrada con llave cuando ella llegó, el domingo pasado por la tarde, al tiempo que explicó que ese acceso tiene dos cerraduras.
La madre del fiscal que denunció a la presidenta y a miembros del gobierno nacional por un supuesto encubrimiento de los iraníes acusados de la voladura de la mutual judía Amia en 1994, que llegó a la fiscalía en la víspera acompañada por la tía de Nisman, le exhibió a la fiscal Viviana Fein el llavero con las llaves de la casa de su hijo y volvió a explicar que la puerta de servicio tenía dos cerraduras.
La declaración de la madre de Nisman permitió aclarar los cruces de versiones ocurridos luego de que el cerrajero que abrió la puerta en la noche del domingo tomara contacto ayer con los medios.
El cerrajero había dicho que cuando llegó, la puerta no estaba cerrada con llaves.
La madre del fallecido fiscal que investigaba la causa Amia explicó que ella había podido abrir una de las dos cerraduras, pero que fracasó al intentarlo con la segunda porque tenía una llave puesta del lado de adentro, y por eso tuvo que recurrir al cerrajero que la abrió en menos de cinco minutos, tras empujar la llave con un alambre.
La madre y la hermana del fiscal se retiraron sin hacer declaraciones, sorteando la fuerte presencia de medios periodísticos que desde temprano estaban apostados en el lugar donde ayer también declararon colaboradores de la Ufi-Amia que trabajaban junto al fiscal.
La madre de Nisman fue convocada el domingo por los custodios del fiscal cuando éste no contestaba los llamados y ante la imposibilidad de ingresar a su departamento. Sara fue una de las primeras en ingresar junto a la Policía, la que luego dio aviso al servicio de emergencias, aunque para ese momento ya su hijo estaba sin vida, pues luego los forenses establecieron que su horario de muerte databa de las últimas 12 a 15 horas.
Ahora en la causa se baraja, aunque no trascendieron detalles de la autopsia, que el fiscal podría haber muerto entre las 9 y 12.30 del domingo, lo que explicaría por qué los diarios se encontraban en la puerta del departamento cuando llegaron los custodios.
En declaraciones periodísticas la madre del fiscal, de 73 años, se mostró muy conmovida, y aseguró que se habían dicho muchas cosas de su hijo y que estaba convencida de que “no fue un suicidio”.
(El Ciudadano)