Los políticos afinan motores en boxes
En medio de celos, recelos, intrigas, sospechas, auto convincentes certezas estadísticas y responsables análisis de la realidad y sus proyecciones, los políticos santafesinos comienzan a preparar sus máquinas electorales para salir a pista.
Desde la Casa Gris señalan que el calendario electoral prácticamente dado por cierto de manera mediática (cierre de listas a mediados de febrero, primarias el 26 de abril y generales el 14 de junio) «es puramente especulativo», y que «no hay fecha precisa aún».
El precandidato presidencial Daniel Scioli bajó esta semana a Santa Fe a uno de sus escuderos, el senador bonaerense De Fazio quien, ante la anarquía que presenta el peronismo santafesino hoy día, apeló al manual: «Daniel no tiene candidato a Gobernador, apoyará al que surja de las primarias». Scioli, dicen, necesita ganar indefectiblemente en las primarias nacionales (sacar 40 puntos y diez de ventaja al segundo o más del 45%) para evitar un ballotage que podría alinear los planetas en su contra.
Por el otro carril, Sergio Massa desembarcaría en Rosario sobre fines de mes, definitivamente sin la presencia de Carlos Reutemann en su espacio, actitud que tiene en cabildo abierto a los seis senadores de su sector, a quienes no les seduce demasiado la idea de «ir por afuera» apoyando a Eduardo Buzzi.
Armando Traferri de San Lorenzo fue tajante: «yo no me voy del peronismo», avisó. Los otros siguen conversando con Del Sel.
Miguel del Sel ajustó el pasado viernes en Sauce Viejo junto a los principales operadores de Mauricio Macri (Durán Barba y un «couch» incluido) y sus dirigentes y legisladores provinciales las estrategias y tácticas de campaña, dejando bien en claro que de poco sirve obtener la gobernación si – como a Bonfatti – el Parlamento le resultare adverso; de allí la necesidad de alinear tras el carismático candidato a Gobernador a los mejores candidatos a senadores y diputados.
De paso, la diputada nacional Gisela Scaglia confirmó que para mediados de diciembre ya estarían en condiciones de ir dando los nombres de al menos 14 senadores y candidatos a jefe de gobierno de los principales distritos. Se acortan los tiempos para las negociaciones con interlocutores de otros Partidos.
De allí que dirigentes peronistas – no massistas- desesperan por saber quién o quiénes serán los candidatos del PJ y de qué manera se organizará el Partido (el gremialista rosarino Marcelo Andrada sigue reclamando un urgente llamado al Congreso partidario). El canto de sirena de jugar con Del Sel los aturde.
El presidente del Partido José Luis Freyre prácticamente habría desistido de seguir llamando a la unidad, toda vez que la diáspora ya es un hecho; escenario que conduciría a Carlos Reutemann no sólo a evadirse de Sergio Massa, sino de cualquier postulación electoral.
De todos modos, Reutemann ya no movilizaba los corazones peronistas desde que anunció que nunca más pelearía por la gobernación: meca del peronismo. Lo demás no interesa. Si en el 2009 el peronismo dio la vida por el «Lole» fue porque les había prometido (con las elipsis propias del ex Gobernador) que si ganaba ese año sería candidato a Gobernador en el 2011. Al menos así lo entendió el peronismo en aquel entonces.
Omar Perotti y María Eugenia Bielsa, los dos actores con más chances de entusiasmar a la militancia peronista juegan al gato y al ratón, corriendo el riesgo de que a ambos se los coma Del Sel. De todos modos, uno de los dos se anotará en la grilla del peronismo. Dicen que desde la Casa Rosada le ofrecieron a María E. Bielsa ser «la única» candidata del peronismo si acepta el convite, pero así y todo puso condiciones.
Para atenuar las ambiciones de entusiastas animadores de mesas de café con ambiciones electorales, el gobierno – consensuado con un sector del peronismo – envió un mensaje al Parlamento para, entre otros aspectos, instaurar un razonable piso del 1,5 % del padrón electoral (que algunos proponen cambiar por «votos válidos emitidos») para todas las categorías electorales a fin de pasar de las primarias a generales. En el caso de la ansiada categoría diputados provinciales, para poder acceder al reparto D´Hont, las listas aspirantes deberían juntar unos 40 mil votos, debido a que el padrón electoral para el año que viene se calcula 2.670.000 ciudadanos habilitados para votar.
Nada del otro mundo si se tiene en cuenta por ejemplo que en el 2011 la lista «Jóvenes para la Victoria» encabezada por el santafesino Leandro Busatto bajos los auspicios del «Chivo» Rossi superó los 53 mil votos. El periodista Carlos Del Frade acarició los 60 mil votos con el Movimiento Proyecto Sur.
Siguen las sorpresas: otro animador del «show business», el comediante rosarino radicado en Capital Federal José María «Pachu» Peña, junto al diputado bielsista de Teodelina Jorge Abello y bajo el paraguas de Daniel Scioli sería otros de los animadores de las elecciones del 2015, encabezando una lista de diputados provinciales. Peña ya promociona sus intenciones en su facebook y dicen que el 9 de Diciembre hará una caminata por la peatonal santafesina.
Hablando de artistas, el padre de Soledad Pastorutti, peronista allegado a Scioli, invitado por amigos de esta capital participó el pasado lunes 17 del acto peronista por el Día del Militante. La atención no estaba centrada en Omar Pastorutti, sino en el espíritu de su famosa hija, para que también se anime transitar por la arena política encabezando una nómina de diputados provinciales.
Para preservar el Frente
Tras dos reuniones del sector Escarapela junto al aspirante a Gobernador Mario Barletta, este jueves le tocó el turno al Movimiento de Afirmación Radical M.A.R. liderado por los diputados Mascheroni y Galdeano, quienes acordaron con la dirigencia de Unidad Progresista (no estaba Barletta en la reunión) mantener otro encuentro la semana que viene con la cúpula socialista a los fines de «discutir los entendimientos entre partidos para lograr el fortalecimiento y preservación del FPCyS» que les permita arribar al cierre de listas con un «entendimiento partidario maduro» para que el Frente siga gobernando la Provincia, deslizaron los presentes.
De todos modos, el presidente de la UCR no pierde ocasión para la chicana: «sería un orgullo compartir una fórmula con Rubén Giustiniani. Tanto el senador nacional como yo estaríamos en condición de encabezarla»; descerrajo Barletta.
El socialismo presentó en sociedad al precandidato a Gobernador Miguel Lifschitz ante sus presidentes comunales, intendentes y concejales (y mandatarios radicales invitados) en un foro llevado a cabo en esta capital, durante el cual el Ministro de Gobierno Rubén Galassi en su exposición hizo notar que el peronismo y el Pro «tienen la misma matriz política».
Antonio Bonfatti no descartó anotarse como candidato a senador nacional allá por junio del 2015 ó, «si la necesidad tuviera cara de hereje», estampar su firma como primer candidato a diputado provincial de Miguel Lifschitz en caso de ir a primarias contra el candidato radical Mario Barletta.
El Ministro de Gobierno Rubén Galassi hizo saber su preocupación por el narcotráfico: «este fenómeno del crimen organizado del narcotráfico no es el problema de una gestión de gobierno en particular. Lo tiene que asumir el gobierno en todos sus niveles de Estado y fundamentalmente partiendo del que tiene mayor responsabilidad, que es el nacional. Nosotros no negamos el problema, es un problema muy delicado. La presencia de Gendarmería ha traído mejores resultados, pero no se resuelve en pocos meses. Mientras la droga siga ingresando al país desde los países que la producen y usen los puertos de nuestra región para trasladarse a Europa, acá vamos a seguir teniendo esa violencia cotidiana que nos golpea todos los días».
Santa Fe representa un mojón importante en la planimetría electoral nacional. Más allá de que la voluntad del electorado difiera de una elección a otra, Scioli, Massa y Macri, junto al candidato que surja de Unen no dejan de mirar con expectativa este bastión.
De allí la necesidad de que los candidatos a Gobernador se identifiquen durante la campaña con los referentes presidenciales nacionales; estrategia que dificulta y condiciona los acuerdos que comienzan a tejerse fronteras adentro.