Paraná Metal pide seguridad jurídica para invertir a largo plazo
“Creemos que hay que hacer un fuerte proceso de inversión. Debemos optimizar la tecnología. Si el proceso es muy positivo, creceremos para no quedarnos en una producción de 3.600 toneladas”. Esa fue la síntesis de Fabian De Sousa, presidente del grupo inversor M&S, de lo que debe realizar la compañía Paraná Metal para salir adelante.
El pasado viernes, en las instalaciones de la compañía ubicada en Villa Constitución, el grupo inversor realizó una conferencia de prensa para explicar los motivos del conflicto y los pasos a seguir.
El presidente de G&M aseguró que durante el proceso inicial se debe hacer más confiable el proceso productivo, uno de los problemas que tenía Paraná Metal. “La autopartista no es confiable en el proceso productivo. El índice de rechazo de los clientes llegó a ser del 8 %”, sostuvo el empresario.
Uno de los fuerte inconvenientes con los que cuenta la fábrica es la antigüedad de los equipos técnicos. Según De Sousa, “los activos físicos tecnológicos de la compañía tienen 40 años, y la planta cuenta con una desinversión tecnológica que hace imposible la competitividad en el mercado”.
Además, el presidente del grupo inversor señaló que los productos que hoy brinda Paraná Metal están un 50 % por encima de los brindados por las industrias competidoras. Para De Sousa, las empresas hoy trabajan con diferentes tecnologías, y Paraná Metal compite con industrias internacionales.”Ante cualquier desventaja que tengamos con los demás provedores, las empresas que nos compran productos nos reemplazan”, afirmó el empresario.
El presidente de G&M señaló que “el acuerdo que hicimos en una reunión fue que en 5 años nos comprometíamos a hacer los aportes y las inversiones para financiar el capital de trabajo hasta que sea necesario”, y agregó: “El 100 % iba a ser reinvertido para mejorar la calidad de producción”.
Con respecto al acuerdo firmado el martes pasado, De Sousa sostuvo que fue un convenio “precario”, y que durante la semana se van a reunir nuevamente para tratar de llegar a un acuerdo. “Nosotros estamos de acuerdo en acompañar financieramente a Paraná Metal para que la planta se pueda poner en marcha, siempre y cuando nos sentemos en la mesa con los representantes gremiales y asuman su compromiso en serio. Esta es una industria global y hay que ajustarse a las condiciones del mercado, y si no estamos dispuestos a hacerlo esta fábrica no se abre”.
El empresario fue contundente con respecto a la cantidad de empleados con los que funcionará la autopartista. “Esta fábrica es una compañía para 300 trabajadores con una cierta tecnología, no existe la posibilidad de competir en el mercado con 900 empleados y la tecnología que hoy existe. Nosotros no estamos dispuestos a invertir 40 o $ 50 M de pesos para que cuatro gatos locos, o “iluminados sociales” decidan que esto no se puede seguir” (p.biz)