Rosario inauguró un laboratorio científico de nivel mundial
El Max Planck, de Biología Estructural, Química y Biofísica Molecular, que se inauguró ayer en La Siberia. Es clave para investigar y detectar enfermedades como el Alzheimer y el mal del Parkinson.
Rosario se sigue posicionando como uno de los principales polos en investigación básica y tecnológica a escala internacional en biología molecular, uno de los segmentos más dinámicos en el mundo dentro de ciencia. Ayer se inauguró formalmente en el Centro Universitario Rosario (CUR, más conocido como La Siberia) el Laboratorio Max Planck de Biología Estructural, Química y Biofísica Molecular.
La puesta en marcha del Max Planck es clave para la investigación de enfermedades humanas en Latinoamérica y se complementa con el creciente polo biotecnológico mediante centros públicos (UNR y Conicet) y público-privados, como el Instituto de Agrobiotecnología (Indear), organismos que sostienen el fortalecimiento de la producción regional.
A esta iniciativa se le sumó el primer Centro Internacional de Microscopía de Excelencia Nikon de Latinoamérica.
El científico, motor y director de Laboratorio Max Planck rosarino, Claudio Fernández, explicó que los estudios de la fase preclínica están enfocados en «la investigación de proteínas y de células humanas para la cura y detección de muchas enfermedades, principalmente en esta etapa, en el mal de Parkinson y Alzheimer».
El evento fue encabezado por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien estuvo acompañado por los ministros nacionales de Salud, Juan Manzur, y el de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao; el embajador alemán en el país, Bernhard Graf von Waldersee; el decano de la UNR, Darío Maiorana, directivos germanos de Max Planck, de Nikon, legisladores como Marcos Cleri y Pablo Javkin; el secretario de Transporte, Alejandro Ramos, y una nutrida tribuna de estudiantes e investigadores de los distintos centros científicos. No pasó desapercibida la ausencia a la cita de autoridades del gobierno provincial y municipal, pese a estar invitadas.
Emotivo. Fue Fernández quien, en una profunda y emotiva presentación, provocó que al resto de los funcionarios se les hiciera difícil decir algo más. Las cifras de más de 30 millones de pesos de inversión parecieron quedar casi en segundo plano respecto a la suma de voluntades que detalló para que se materializara el proyecto.
El científico aseguró que «toda esta infraestructura será de puertas abiertas para ustedes, los pibes, no para que la visiten sino para que la utilicen» e invitó, y también interpeló, a sus pares científicos a reflexionar y debatir; porque «evitarlo también es un acto político».
Este hombre que se crió en un «barrio privado, pero de agua y luz» en los bordes del Parque Indoamericano, y que en 2006 formó parte de los 1.116 científicos repatriados, destacó que el laboratorio «es uno de los pocos del mundo especializados en la técnica de resonancia magnética nuclear». Sólo hay siete.
«Con la apertura de este centro, el país avanza firmemente en la soberanía tecnológica y científica, que es lo más importante, no sólo para el desarrollo de nuestras comunidades, no sólo para nuestra soberanía, sino también para los cientos de colegas y ciudadanos y hermanos latinoamericanos», puntualizó, por su parte, el rector Maiorana.
Sin marcha atrás. Capitanich, a su turno, aseguró que «esta política de Estado no tiene marcha atrás», y citó cifras de inversión en investigación y desarrollo: «Equivale entre 0,68 y 0,75 por ciento del producto bruto interno (PBI)».
«Es una contribución extraordinariamente importante», garantizó el funcionario, quien también señaló que «es importante observar que el sistema educativo argentino invierte 6,47 por ciento del PBI y que el sistema universitario tiene previsto para 2015 el equivalente a casi 42 mil millones de pesos».
Por su parte, el embajador alemán, Bernhard Graf von Waldersee, consideró que la inauguración del laboratorio rosarino es «otro hito» de la sociedad entre Argentina y Alemania. «No es casualidad», ya que ambos países «comparten una visión» sobre investigación y cooperación científica.
«Argentina tiene una posición destacada en el mundo científico», consideró el diplomático germano, quien resaltó que «es un socio cada vez más importante para Alemania en la región».
Gendarmería se queda
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, garantizó ayer la continuidad de la presencia de Gendarmería Nacional en Rosario y dijo que el 21 de noviembre, en el marco de la reunión del Concejo de Seguridad, se analizará el pedido de refuerzos de cara a diciembre. Previo a la inauguración del Laboratorio Max Planck, señaló que “en el marco de la ley de cooperación hay entre 2.000 y 3.000 efectivos de Gendarmería en la provincia, especialmente en la ciudad de Rosario”.
(La Capital)