Cómo en el Far West: Ingresan a comisaría y liberan a recluso
Entraron por los fondos y encañonaron a un cabo de cuarto de la subomisaría 26ª de Villa Gobernador Gálvez que estaba custodiando a los reclusos. Huyeron en dos motos.
«Quedate quieto o te quemamos. Dame las llaves» fue la orden que escuchó atónito el policía que el sábado a la noche estaba a cargo del penal de la subomisaría 26ª de Villa Gobernador Gálvez. Los dos hombres que irrumpieron en la dependencia policial por la parte trasera actuaron con rapidez: le apoyaron el caño de un arma de fuego en la cabeza al uniformado, recogieron las llaves de los calabozos y liberaron a un detenido. Luego ganaron la calle y se esfumaron con el preso en dos motos en las que habían llegado.
El suceso ocurrió cerca de las 23 del sábado en la subcomisaría 26ª situada en el cruce de las calles Nahuel Huapi y Carlos Pellegrini, en Villa Gobernador Gálvez. La dependencia oficial inaugurada en octubre del año pasado por el gobernador Antonio Bonfatti está bordeada por un racimo de casillas de chapa y cinc levantadas sobre una serie de descampados.
Una alta fuente policial señaló que cuando ocurrió el hecho dos presos estaban utilizando la cocina contigua al penal. Según el vocero consultado realizaban esa tarea con la autorización de la guardia y mientras sus movimientos eran vigilados por el cabo de cuarto, quien estaba a cargo de la custodia de los reclusos, desde una ventana externa a la cocina. Mientras tanto los otros tres empleados policiales que constituían el turno de servicio estaban en la guardia, en la parte delantera de la seccional.
Ajenos. Al parecer, ninguno de los efectivos se percató de los pasos de los dos hombres que aparecieron por la parte trasera de la comisaría luego de descolgarse por una pared. Cuando los intrusos estuvieron frente al cabo de cuarto no dudaron: lo encañonaron y lanzaron una intimidación inquietante.
«Quedate quieto o te quemamos. Dame las llaves», voceó uno de los intrusos mientras le apoyaba el caño de un arma de fuego en la cabeza al cabo de cuarto, que al parecer entregó las llaves sin resistirse. Según el portavoz policial, en ese momento los otros policías estaban ajenos a lo que ocurría. «En realidad ni se percataron», comentó.
En el paso siguiente los dos hombres se encaminaron hacia el penal para concretar su cometido: liberar a uno de los presos. Sin obstáculos a la vista, los intrusos ingresaron a las celdas y se llevaron a Abel Fernández, un recluso de 53 años que estaba detenido desde hacía un tiempo en esa seccional acusado por un hecho de robo calificado.
Una fuente judicial señaló que la causa en la que está involucrado Fernández se tramita en el juzgado de Instrucción Nº 1, que quedó a cargo del juez Juan Andrés Donnola en el marco del reordenamiento dispuesto por la Corte Suprema de Justicia de la provincia luego de la implementación del nuevo modelo penal a partir de febrero pasado.
A su vez, el vocero policial consultado indicó que Fernández está imputado de los delitos de privación ilegítima de la libertad, robo calificado y tenencia ilegal de arma de fuego.
Lo concreto es que Fernández y los dos hombres que lo rescataron se marcharon por la parte trasera de la comisaría sin que el escape haya sido advertido por nadie. Según se supo, el recluso y quienes lo liberaron desaparecieron en dos motos.
Declaraciones. El caso es investigado por la Dirección de Asuntos Internos y el fiscal de Investigación y Juicio Fernando Rodrigo. Ayer a la tarde, una fuente de esa fiscalía indicó que los efectivos de Asuntos Internos habían recibido la directiva de «tomar declaración» a los policías que estaban cuando ocurrió el insólito suceso y a los reclusos. También agentes de la Policía Científica debían recoger rastros en el penal.
El vocero judicial consultado aclaró que la investigación todavía es preliminar, pero, sin embargo, señaló que la versión del suceso del jefe de la subcomisaría 26ª —el comisario Leonardo Barrera— es «diferente» a la brindada por el cabo de cuarto. «El comisario no estaba en la seccional cuando ocurrió el hecho y contó lo que le dijeron», indicó la fuente.
En rigor, la investigación de Asuntos Internos y del fiscal Rodrigo apunta a establecer si hubo «complicidad» de algún uniformado para permitir la insólita liberación de Fernández.
(La Capital)