En un Coloso caldeado Newell’s rescató un empate
La Lepra igualó 2-2 ante Godoy Cruz en un estadio dividido entre los reproches y el respaldo al plantel. Aquino y Fernández, con un golazo, pusieron en ventaja dos veces a la visita. Lo igualaron Víctor López y Maxi Rodríguez, que no lo gritó. Raggio dijo que se queda.
Si el clima en el Coloso Marcelo Bielsa era tenso antes del inicio del partido, no hace falta mucha imaginación para visualizar cómo estaba cuando Newell´s caía por 2-1 ante Godoy Cruz sobre el cierre del encuentro. Pero en el tiempo de descuento apareció Maxi Rodríguez para marcar un justo 2-2 y algo de alivio -que está lejos de resolver la crisis-. Aquino y Fernández, con un golazo desde casi mitad de cancha, marcaron para la visita. Víctor López, de cabeza, fue el primero en igualar el trámite para el local.
El partido ofreció poco en el arranque, con una Lepra intentando adueñarse del juego pero sin claridad. Como si los jugadores tuviesen un ojo, o al menos los oídos, en las tribunas. El estadio transmitió desde la previa un clima tenso, con duros mensajes en banderas colgadas.
Para colmo, a los 25 minutos, el Tomba sorprendió y marcó el primero en una jugada aislada y bien definida con una derecha precisa de Aquino.
A los 40 minutos, Fernández pudo aumentar. Enganchó y pateó a colocar pero dio en el cuerpo de Víctor López. Era algo más que el segundo gol de la visita, era convertir al Coloso en un verdadero infierno para los de Raggio.
Segundos antes de cumplirse los 45 minutos, Víctor López ganó de arriba en un córner y cruzó un cabezazo para el empate. Apagó el incendio y corrió a abrazarse con los suplentes. En la carrera fue convocando a todos sus compañeros: un gesto de unidad más que claro.
A los 48.30, Zuqui tuvo un mano a mano con Ustari pero definió mal y el uno rojinegro frenó el peligro, segundos antes del cierre de la primera etapa.
Bernardi ingresó en el segundo tiempo y Newell´s salió con todo. A los 30 segundos, Maxi Rodríguez arrolló en el área y sacó un disparo rápido que dio en el palo. El rebote lo tuvo Bustamente pero, apurado, le erró al arco.
En una de las primeras que tocó Bernardi se equivocó y fue silbado. En seguida hizo una buena y fue aplaudido. A los 4 minutos, un grupo de hinchas empezó a cantar “olé, olé, Lucas, Lucas” y esa división (como otras en la compleja tarde-noche del Parque) derivó en peleas en la platea.
A los 34, un error seguido de una genialidad volvieron a complicar al local. Orzán paró la pelota con el pecho casi en la mitad de la cancha pero se le escapó por abajo de sus piernas. Leandro Fernández se la robó, avanzó unos metros y disparó desde lejos y a colocar por encima de Ustari.
Golazo y más fuego a la caldera.
El partido se moría y todos pensaban en las internas, en la continuidad de Raggio, en la reacción de los referentes, cuando Maxi Rodríguez apareció sin marca en el área y definió como un crack. Si López optó por unir al plantel, la Fiera ni lo gritó (apenas un gesto hacia al banco) y dejó al desnudo su tristeza, su malestar por el momento.
Fue, en definitiva, un empate en dos que marcó algo de justicia y un poco de oxígeno en un Newell´s que busca rearmarse en tiempos de crisis.
(Rosario3)