Radares de control de velocidad en los accesos a Rosario
Se estima que a mediados de 2015 serán instalados en las rutas 11, 33 y 34, además de las autopistas que llegan a la ciudad. Desmienten que exista afán recaudatorio.
Los constantes excesos de velocidad en las rutas y autopistas de toda la provincia, pero fundamentalmente en los ingresos a Rosario, motivaron al gobierno santafesino a licitar radares para controlar que no se comentan abusos. Y, a mediados de 2015, estarán instalados. Serán 27 en total, varios de los cuales se ubicarán en los accesos a la ciudad. Estarán sobre las rutas 11, 33 y 34, además de las tres autopistas que llegan a Rosario.
La provincia inició el proceso licitatorio e incluso ya hay firmas preadjudicadas que se encargarán de los aparatos y el software correspondiente. La idea es que a fin de 2014 se defina qué compañías se quedarán con el sistema por tres años, para que luego el equipamiento pase a ser del Estado provincial.
Si bien las autoridades provinciales negaron que exista un afán recaudatorio, se comenzará a labrar actas a quienes superen los 130 kilómetros por hora en las autopistas y los 110 en rutas, salvo algunas excepciones. Luego, esas actas serán juzgadas por los tribunales de faltas de las ciudades cercanas a los sectores donde se cometan las faltas. Para eso, la provincia firmará convenios con diferentes municipios y comunas.
Reglamentación. La regulación del sistema quedará en manos de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), que está facultada para rubricar los convenios. Si bien la adhesión a la ley nacional de tránsito (Nº 13.133) establece que sean los tribunales provinciales de faltas los que apliquen las sanciones, al no haber aún en Santa Fe y, a la espera de incorporarlos, será necesario concurrir a las poblaciones de cada zona.
De los 27 aparatos en toda la provincia, 8 son móviles y 19 fijos. «Estos últimos cinemómetros son los más complejos de instalar», detalló el subsecretario de la APSV, Jorge Tarquini, antes de poner de manifiesto que «sin dudas estarán en los sitios más peligrosos, como los accesos a Rosario. Son lugares donde los conductores circulan a alta velocidad».
Si bien en las zonas de autopistas la aguja del velocímetro de los autos y motos suele ir más allá de lo permitido, «también hay rutas donde existen muchas infracciones y los conductores las toman como pistas de carreras», abundó el funcionario.
Los equipos fijos requieren una estructura especial como soportes, los móviles estarán operados desde vehículos que serán acompañados por efectivos policiales y donde trabajarán operadores de los radares.
«Los cinemómetros fijos estarán en puntos críticos, pero los móviles también serán de mucha utilidad para evitar que la gente reduzca la velocidad sólo donde sabe que están las estructuras consolidadas», añadió el funcionario. En efecto, los radares en movimiento producen un control sorpresivo,
Canon. Las empresas ganadoras de la licitación se encargarán de todo: la instalación y el uso, para lo que cobrarán un canon mensual por tres años establecido en unidades fijas, según el precio del combustible.
Luego de ese lapso, los aparatos y el software serán propiedad de la provincia.
En poco tiempo. «Estamos en la etapa de definiciones, por lo tanto la decisión final se conocerá para fin de año y se espera que en seis meses más queden instalados los radares, pero previamente hay que hacer las pruebas, las calibraciones y las fundamentales homologaciones a través del Inti (Instituto Nacional de Tecnología Industrial); cuestiones que son básicas», detalló Tarquini.
(La Capital)