«Por día se rompen entre dos y tres colectivos en la calle por problemas mecánicos»
Así lo denunció Manuel Cornejo, titular del gremio de los choferes (UTA). El municipio admitió que las fallas mecánicas están en ascenso. Las vinculó con el déficit de costos que tienen las empresas.
Por día, entre dos y tres colectivos urbanos se descomponen en la vía pública y salen de circulación provisoriamente. «Ese es el promedio. La situación es preocupante, hay un estado de abandono evidente», denunció Manuel Cornejo. El dirigente vinculó la situación con la falta de mantenimiento e inversión de las empresas, «en particular Rosario Bus». La secretaria de Servicios Públicos, Clara García, admitió «dificultades mecánicas en los coches producto del desfasaje en los costos, en especial de la firma privada». La UTA gestionará una reunión con el Ejecutivo para tratar el tema.
El planteo gremial se conoce en medio de la polémica por un posible nuevo aumento del boleto. La Intendencia remitió al Concejo el último estudio de costos del sistema que arrojó una diferencia entre la tarifa real y la que pagan los pasajeros de casi un peso, y advirtió que ese déficit repercute en la prestación del servicio.
Sin embargo, desde el arco opositor ya avisaron que no hay chances políticas de que prospere un tercer incremento tarifario en menos de un año, y reclamaron que la provincia aporte recursos para financiar el sistema.
Más aún, desde el oficialismo aclararon que «todavía no está en tratamiento» el valor del boleto en la comisión de Servicios Públicos, con mayoría del Frente Progresista.
Mientras tanto, la prestación del servicio se resiente a diario. Cornejo calificó la situación como «muy preocupante. Por día se rompen entre dos y tres colectivos en la calle por problemas mecánicos».
El jefe de la UTA apuntó que el panorama más complicado «se da en las líneas de Rosario Bus y en menor medida en La Mixta y Semtur. Es algo que antes pasaba mucho menos y ahora se profundizó en los últimos meses».
Rosario Bus, la única empresa privada del transporte local, controla 17 líneas, el 40 por ciento del sistema que cuenta en la actualidad con cerca de 750 unidades en circulación.
El dirigente gremial contó que «cada vez que un coche se para en la vía pública, hasta que llega el otro colectivo para hacer el relevo pasan varios minutos y la gente se la agarra con los conductores, que son los que terminan pagando los platos rotos».
Según Cornejo, gran parte de las líneas del transporte de la ciudad están «en un estado de abandono muy evidente». Por esa razón, durante la semana próxima el gremio que conduce gestionará una reunión con la Municipalidad para trasladar la inquietud de los choferes.
Clara García reconoció inconvenientes en el estado de la flota. «Tenemos registrados algunos problemas fundamentalmente en las líneas de Rosario Bus, que históricamente tenían un mantenimiento preventivo y no tenían fallas mecánicas», indicó.
La funcionaria aclaró que en el caso de las líneas de la estatal Semtur y La Mixta «no tenemos registradas fallas cotidianas», aportadas por el rastreo satelital del Centro de Monitoreo de la Movilidad.
Luego reiteró que «ante el desfasaje de costos, las empresas lo primero que hacen es dejar de invertir, luego se endeudan y todo esto repercute negativamente en la prestación del servicio».
El concejal justicialista Osvaldo Miatello recordó que el lunes pasado en el Palacio Vasallo, el propio titular de Rosario Bus, Agustín Bermúdez, planteó que ante la falta de rentabilidad de sus líneas «dejó de efectuar inversiones, disminuyó el mantenimiento de las unidades y tiene cada vez más coches frenados en los talleres».
Para el vicepresidente del Ente de la Movilidad, esto genera un impacto «directo en las frecuencias de los colectivos de cada línea. A través de mails, reclamos en redes sociales y personalmente estamos recibiendo cada vez más denuncias de los pasajeros vinculadas al deterioro en el nivel de las frecuencias que se han alargado mucho».
Miatello alertó que según la propia exposición de Bermúdez, «las empresas de transporte que tiene en la ciudad de Santa Fe, en Buenos Aires y en la modalidad interurbana son rentables. No sería descabellado pensar que está focalizando las inversiones allí en desmedro de las líneas locales».
(La Capital)