Asalto en Funes por falsos empleados de la EPE

Violento golpe de un dúo armado en un corralón de la localidad de Funes.

“Todavía me tiemblan las piernas. Eran dos, seguro, y estaban vestidos con los uniformes de la EPE. Fue a la mañana y duró cinco minutos. Nos pusieron de rodillas y nos pidieron la plata”, describió Graciela L., propietaria del corralón de materiales de Buenos Aires al 2000 de la localidad de Funes, quien ayer por la mañana fue víctima de un asalto. Tras obtener alrededor de 20 mil pesos en efectivo, los falsos empleados de la Empresa Provincial de Energía huyeron a bordo de un auto marca Peugeot.

A las 9.30, los empleados del corralón cargaban un camión de la Municipalidad con materiales en el fondo del negocio, ubicado en Buenos Aires al 2000, cuando aparecieron dos personas vestidas con uniforme y gorra que tenían el distintivo de la EPE. Los desconocidos se pararon frente a la oficina y golpearon. “Acá siempre viene gente a pedir presupuesto, así que no sospeché nada y menos me fijo en la vestimenta. Abrí la puerta y enseguida nos dijeron: «Dame la plata». Estaba con mi hijo. Eran dos, seguro, y tenían revólveres. Nos pusieron de rodillas, agarraron la plata y los celulares”, reconstruyó la dueña del comercio.

La mujer, de 62 años, agregó que los empleados contaron que había un tercer asaltante que se quedó afuera como campana y que también entró al galpón con un auto Peugeot gris con vidrios polarizados. “Estaban a cara descubierta y los dos que vimos tendrían entre 28 y 30 años. Un conocido que trabaja en la EPE dijo que los trajes azules son de los años 90, así que los deben haber sacado de la basura. También buscaron la patente del auto y dijeron que salía que pertenecía a una Eco Sport, es lo único que puedo aportar. No pude ver bien el modelo del auto, sé que era Peugeot”, continuó.

“Si me das todo, no te va a pasar nada”, le dijeron los asaltantes a Graciela, quien asegura que, tras haber pasado más de cinco horas del asalto, las piernas no dejaban de temblarle. “Cuando ves un revólver, no sabés qué hacer. Ahora ya está, ya vinieron y tengo que seguir trabajando. Agradezco que no nos hicieron nada. No creo que haga la denuncia, para qué”, se resignó Graciela.

El caso es investigado por el fiscal de la Unidad de Flagrancia con la colaboración del personal de la seccional 23ª, por razones de jurisdicción.

(El Ciudadano)