Supermercados deberán tener espacios destinados a productos para celíacos
Se aprobó el proyecto del Concejal Jorge Rosario Boasso para que todos los comercios y supermercados cuenten con góndolas y heladeras diferenciadas destinadas a productos libres de gluten aptos para celíacos, a fin de facilitar su identificación y evitar la contaminación.
El proyecto aprobado del edil radical busca evitar la contaminación de alimentos y avanzar en la Ordenanza de Protección y Asistencia Integral para el Celíaco, también de su autoría.
Es así que aquellos establecimientos con superficies superiores a 400 m2, donde se oferten alimentos aptos para el consumo de celíacos, deberán contar con góndolas o estanterías específicas para exhibirlos, y estar perfectamente individualizadas con carteles o marquesinas.
La ordenanza 8734/11 tiene entre sus finalidades garantizar la protección integral, contención social y atención médico asistencial del enfermo celíaco, mejorando su calidad de vida y la de su entorno familiar.
En Provincia de Buenos Aires y recientemente en la de Chaco se adoptaron medidas para promover la reglamentación de la venta de alimentos para celíacos, disponiendo su exhibición y conservación en estantes o góndolas absolutamente separados del resto, para evitar la contaminación producida por la rotura de los envoltorios y así garantizar que estén libres de gluten.
“Es en el mismo sentido que logramos aprobar la iniciativa en Rosario, para que en establecimientos comerciales de grandes superficies dispongan de góndolas y heladeras que contengan en un stock variado y amplio, de alimentos libres de gluten, conforme a los listados que se actualizan periódicamente por las autoridades nacionales y provinciales competentes”.
La Asociación Celiaca Argentina informa que hay un enfermo celiaco cada 160 o 200 recién nacidos y habría alrededor de 237.500 celiacos en Argentina. También aseguran que por cada una persona diagnosticada, hay 10 ocultos y que en un año se diagnosticaron en distintos centros, 409 nuevos casos. La edad de mayor incidencia es entre 1 y 5 años. En los adultos el rango de edad más prevalente es entre 20 y 40 años y el tratamiento consiste en una estricta dieta libre de proteínas toxicas a lo largo de toda la vida, en este caso el alimento tiene la significación de un medicamento.