Javkin va por la intendencia
“El Frente Progresista merece poder brindarle a los rosarinos una respuesta que no sea sólo la continuidad de lo que hay”, sostuvo el diputado nacional, y dejó en claro que apuntará a suceder a Mónica Fein como titular del Palacio de los Leones.
“El Frente Progresista merece poder brindarle a los rosarinos una respuesta que no sea sólo la continuidad de lo que hay”. Con estas palabras, el diputado nacional Pablo Javkin dejó en claro sus intenciones de pelear la intendencia en 2015. El presidente de la Coalición Cívica-ARI tiene por delante la difícil misión de enfrentar al oficialismo socialista por dentro del frente con un perfil diferente sin caer en la oposición de la alianza de partidos que conforma.
Javkin detalló el por qué de su decisión de buscar ocupar el sillón del Palacio de los Leones: “Viví toda mi vida en la ciudad, la he transitado en todos sus ámbitos y aspectos y creo que estamos en un momento de cierta necesidad de reposicionar la ciudad, de recuperar cierto orgullo, de poder entender también que muchos de los cambios positivos de Rosario hoy abren demandas diferentes. Pertenezco a una generación que hoy de algún modo ocupa lugares directivos en casi todos los ámbitos de la ciudad menos en la política”.
—¿Con qué sectores se construye esta candidatura?
—Creo que hay un tiempo de poder, desde la política, abrirse a escuchar el pulso de la ciudad. Una tarea de encontrarte con el tipo que dirige un club, que participa en un barrio, que está al frente de una empresa, que representa a una organización gremial, una visión sobre la ciudad que te enriquece mucho la mirada que podés tener sólo desde la política. Después, obviamente, vamos a participar de la interna dentro del Frente Progresista y creo que hay muchos sectores que están en la idea de ver cómo encontramos coincidencias para dar una respuesta distinta y nueva a Rosario. La riqueza del Frente Progresista está en poder generar alternativas en su interior.
—¿Cómo se hace para construir una candidatura opositora a la que está gobernando hoy la ciudad siendo parte de ese Frente Progresista?
—Porque la ciudad hoy tiene una continuidad de equipos de mucho tiempo, con demandas que sobre todo al socialismo se le fueron generando a partir de asumir la responsabilidad provincial, que de algún modo ponen a la gestión en una situación más difícil que antes. Nosotros, en los espacios que nos convocan, tratamos de aportar. Pero a mí me da la sensación que tiene que ver con la necesidad de un tiempo nuevo en la ciudad. Y eso tiene que ver con poder hacer una gestión que no esté tan enamorada de lo que hizo sino de lo que hay que hacer. Es una ciudad que además, en ese impacto de crecimiento, ha visto ganar muchas cosas y también perder otras. Y que hoy evidentemente hay que concentrarse en dar las respuestas a lo que se está perdiendo y eso es muy difícil de hacer cuando uno está tan entusiasmado con lo que se va ganando. Creo que en términos urbanos, de movilidad, ni hablar en temas de convivencia y seguridad, la ciudad está con demandas nuevas y esos desafíos probablemente son difíciles de mirar por parte de quien no lo pudo ver en todo este tiempo.
—¿Qué perfil pensás para la ciudad?
—Rosario pasó de ser una ciudad absolutamente productiva, industrializada, a ser una ciudad predominantemente de servicios y hasta con turismo. Eso siempre demanda un reequilibrio porque ésta es una ciudad que tenía multicentralidades y las fue perdiendo, que tenía niveles de integración barrial y de movilidad que también producto de su crecimiento fue perdiendo. Hemos insistido mucho en la necesidad de recuperar la movilidad ferroviaria, eso es algo hoy indispensable en un esquema de movilidad. En segundo término el perfil productivo, porque no puede ser sólo de servicios, estamos en el corazón productivo de la Argentina. Creo que esa es la vuelta que viene, cómo nosotros recuperamos algunas cosas que teníamos antes y cómo a partir de ahí reinventás un diseño de ciudad que evidentemente no tiene respuesta hoy. Hay parte de la ciudad que en la oferta de servicios, de atractivo turístico, crece, pero otra parte de la ciudad queda muy atrás. Y si vos no tenés resuelto eso, se fragmenta de tal modo que termina atrayendo los problemas que tenemos hoy.
—¿No te da cierto temor ir a la interna, tomando como antecedente el 2011 donde Rubén Giustiniani por enfrentar a la posición mayoritaria del socialismo fue perdiendo espacio dentro del frente?
—Siempre es difícil pelear con el campeón, la vieja regla de que por puntos no se gana. Pero a la vez, lo que la política tiene que tener a veces es menos cálculo y más convicción. Hoy las internas dan la posibilidad, y la decisión y la pasión ponen el resto de lo que falta.
“Son proyectos muy malos, esconden una negación de la realidad”
La Cámara de Senadores le otorgó media sanción a los proyectos de Pago Soberano y la reforma a la ley de Abastecimiento; ambas iniciativas pasarán ahora a la Cámara baja. En ese sentido, el diputado Pablo Javkin adelantó su postura. “Son muy malos esos proyectos. Desde el punto de vista político uno puede tener una posición contraria pero además son muy malos técnicamente”, expresó el dirigente de la CC-ARI.
En el caso de la ley de abastecimiento, sostuvo: “Esconde una lectura de cierta negación de la realidad porque no atacan los problemas principales de la concentración y la formación de precios en la Argentina, algo que el kirchnerismo favoreció mucho. Trabajo bastante el tema lechería, hubo muchos años de políticas para favorecer las cadenas de distribución por sobre la actividad productiva. Quieren solucionar esto con un planteo que recuerda otras experiencias muy negativas en el planteo del abastecimiento”.
“Es muy difícil porque el problema de la Argentina no es de abastecimiento, es de concentración. Se dio con niveles inusitados, favorecidos por una política como la de (Guillermo) Moreno que prefería arreglar determinadas medidas con tres o cuatro grandes, en vez de ordenar el resto de la cadena”.
En cuanto al pago en el país de la deuda, Javkin cuestionó: “Está muy claro que es una ley que refleja una estrategia insuficiente, aún cuando uno sabe que el fallo de (el juez norteamericano Thomas) Griesa tiene una enorme cantidad de imprecisiones. Empiezan a asomar errores muy graves cometidos en el 2005 en adelante que nos llevan a este punto”.
“Nosotros no vamos a hacerle el juego al gobierno de votar en contra de un proyecto de canje local. Pero también uno sabe que tiene que ver con cuestiones del fallo de Griesa que violentan cualquier funcionamiento lógico del derecho internacional. Vos me decís, ¿acompañarían al gobierno en la idea de una convención internacional que regule las estructuraciones de deuda? Pero claro. Lo vamos a acompañar pero también vamos a decir por qué no pusieron en el canje todas las cláusulas que quieren poner ahora en las Naciones Unidas”, agregó.
“Hay una gran habilidad del gobierno de presentar en términos políticamente correctos las consecuencias de actos que fueron absolutamente equivocados. Hoy ese juego es mucho más peligroso que antes por las variables reales de la situación económica, del impacto de Ganancias en los trabajadores, los despidos, la inflación; cuando combinás todo eso no lo solucionas con «patria o buitre»”, concluyó Javkin.
(El Ciudadano)