Central mereció más pero no pasó del empate ante San Lorenzo

Los de Russo vencían gracias al gol de Acevedo a los 29 minutos, pero Cavallaro lo igualó a los 43′. Los canallas fueron mucho más que San Lorenzo, que se llevó un punto gracias a uno de sus únicos aciertos de la tarde. Torrico, fue la gran figura, y la falta de puntería auriazul explican el reparto. Sabor amargo en los hinchas centralistas por el triunfo que se escapó.

Una, dos, tres, diez. Central se cansó de llegar al arco de San Lorenzo en la que fue su mejor producción en lo que va del semestre. Pero el resultado final no se condice con lo que sucedió en el trámite. Fue 1 a 1 en el Gigante, por la fecha 6 del torneo de primera división, un marcador que dejó un sabor amargo en la boca de los hinchas.

Es que el equipo de Russo hizo méritos para quedarse con los tres puntos. Lo ganaba clarito por el grito de Lucas Acevedo a los 29 minutos del primer tiempo, pero sólo pudo disfrutar de la ventaja hasta los 43 de esa etapa, cuando Juan Ignacio Cavallaro le sacó provecho a una débil resistencia de Caranta para estampar la igualdad.

Desde el principio, quedó claro que la intención de los auriazules era ir al frente a buscar el primero. San Lorenzo lo esperó en su campo, agrupado y en pos de salir rápido de contra. Central, que volvió a contar con Nery Domínguez en el medio, intentó abrir sus ataques con Acuña y Jonás Aguirre por las bandas y basado en el buen manejo de Barrientos y Becker, que lograron un buen volumen de juego.

El primer tanto de la tarde llegó a través de un centro desde la derecha: iba casi media hora de juego cuando Acevedo, habilitado, saltó junto al adelantado Acuña, impulsando el balón al fondo del arco de Torrico y marcando la ventaja que había salido a buscar desde el minuto inicial.

El gol no provocó en el Cuervo la rebeldía que se esperaba. Por el contrario, siguió siendo Central el conjunto que marcaba el compás de las acciones. Lo tuvo Abreu de cabeza pero falló, y a los 43 minutos los azulgranas tuvieron el único momento de inspiración del partido: Romagnoli penetró por la derecha, descargó hacia el centro del campo y Cavallaro, increíblemente solo, batió a Caranta con un disparo bajo para poner la igualdad.

En el complemento, se vería lo mejor de la escuadra de Arroyito. Que lisa y llanamente se llevó por delante a su rival, obligándolo prontamente a revisar su determinación de adelantarse y plantarle batalla campo arriba a los canallas. Central se arremangó, plantó mucha gente en territorio rival y empezó a hilvanar situaciones de gol que hicieron brillar a Torrico.

Fluyeron a borbotones las ocasiones de gol: la que perdió Acuña al minuto de juego; la de Abreu, que tapó abajo el arquero tras la secuencia pecho-derechazo del uruguayo; otra que el 1 cuervo le tapó a Becker, que probó de afuera; un tiro de Cachete, desviado, a los 16’; otro intento fallido de Aguirre a los 23’; una prueba de Delgado que el golero mendocino pudo salvar; y un minuto más tarde, otro intento de Becker que se fue por arriba.

Del otro lado, Central sólo sufrió por un error de Caranta a los 30’, que salió mal y obigó a Ferrari a salvar de cabeza casi en la línea; y una doble tapada del cordobés 6 minutos después. Salvo esas posibilidades, el elenco de Bauza (deshilachado por las lesiones) casi no inquietó. Y acabó gritando con el puño apretado el pitazo final de Maglio.

Apartando a un costado el resultado, que a todas luces quedó lejos de colmar las expectativas previas y las que provocó el trámite del pleito, para Central quedan muchas cosas positivas por rescatar. Ya que halló en estos 90 minutos una intensidad de presión, circulación fluida y generación de jugadas de gol como nunca habíamos visto en el torneo. A menos de tres días del partido de la Copa, y a sabiendas de todo lo que queda por delante, no deja de ser una gran noticia.

(Rosario3)