Monos: Cele procesada otra vez

La madre de Guille Cantero, acusada por asociación ilícita en el caso que instruye el juez Vienna, sumó nuevo encausamiento: la tenencia de un arma hallada en un auto dentro del garaje de su casa, delito por el que había recibido falta de mérito.

Monos: Cele procesada otra vez
La madre de Guille Cantero, acusada por asociación ilícita en el caso que instruye el juez Vienna, sumó nuevo encausamiento: la tenencia de un arma hallada en un auto dentro del garaje de su casa, delito por el que había recibido falta de mérito.
Publicado el 5 septiembre 2014
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Celestina Contreras fue procesada otra vez por la tenencia de un arma. La mujer, esposa del prófugo Ariel Máximo Cantero y madre de un homónimo de éste apodado Guille, saltó a las crónicas policiales como integrante de la banda de los Monos, cuyo liderazgo se atribuye a su marido y su hijo y su hijastro, el también fugitivo Ramón Machuca, alias Monchi. La mujer fue encausada en el expediente por asociación ilícita contra el clan Cantero que lleva adelante el juez Juan Carlos Vienna junto con otras 35 personas en febrero pasado. Ahora Cele, como se la conoce, fue procesada por la tenencia de una pistola 9 milímetros hallada durante un allanamiento en un vehículo estacionado en el garaje de su casa del barrio La Granada en mayo de 2013. Si bien respecto de este hecho hubo un ida y vuelta judicial, el Juzgado de Instrucción 4ª colectó nuevas pruebas que, a su entender, inculpan a la mujer por este delito. A su vez otros dos hombres, un ex prefecto y un ex convicto por narcotráfico, se sumaron a la lista de encausados por asociación ilícita.

En febrero pasado el juez Juan Carlos Vienna procesó a 36 personas, entre ellos trece integrantes de fuerzas de seguridad, como integrantes de una asociación ilícita dedicada a cometer delitos encabezada por la familia Cantero. Contreras fue encausada como una de las jefas de la banda y por la tenencia de arma mencionada, pero el fallo fue apelado.

En segunda instancia, la Cámara Penal sólo admitió la revisión de las prisiones preventivas. En este contexto, el camarista Rubén Jukic hizo aclaraciones respecto de la situación procesal de algunos acusados, entre ellos Cele. El magistrado entendió que no había elementos para considerarla jefa de una banda, aunque sí miembro de la asociación ilícita investigada, y entendió que tampoco había pruebas para determinar que el arma secuestrada fuera de su propiedad.

Ante ello, el juez Vienna readecuó el procesamiento de la mujer, a quien consideró partícipe de la asociación ilícita, y dictó una falta de mérito respecto de la tenencia del arma. Pero otros elementos probatorios que se recopilaron con posterioridad dieron vuelta la decisión del magistrado, quien ahora dictó su encausamiento por tenencia ilegítima de arma de guerra. Vienna tuvo en cuenta la declaración de dos hermanas de la acusada, a nombre de quienes figuraba el auto. Se determinó que una de ellas no tiene carné de conducir y vive a unas 20 cuadras de la casa de la acusada, mientras que la otra sostuvo no saber manejar. A nombre de Celestina Contreras había una tarjeta azul del vehículo y el seguro se encontraba a nombre de su pareja, Ariel Cantero, a lo que se sumó que el auto se encontraba en la cochera de su vivienda. El juez consideró que la imputada era la persona que usaba el auto en el que se encontró una pistola Bersa 9 milímetros con 17 cartuchos, refirió una fuente judicial.

Ahora, 38 procesados

A la vez, otros dos imputados –para quienes junto con un tercero el juez firmó pedidos de captura en febrero pasado– fueron procesados por integrar la asociación ilícita. Se trata de Walter Daniel Jure y el ex prefecto Luciano Rodrigo Ramos. Ambos quedaron vinculados al proceso por una serie de escuchas. En el caso del primero, una intervención telefónica dejó al descubierto que fue baleado en mayo de 2013 y un proyectil le impactó en el hombro. Este dato fue corroborado por el tribunal a través del médico forense y la historia clínica del sospechoso que fue remitida por el centro de salud donde fue atendido en dicha oportunidad, a lo que se sumó la identificación de la línea telefónica que utilizaba.

Por su parte el ex prefecto, que desarrolló tareas hasta mayo de 2012, tenía vínculos con Mariano Ruiz, el presunto administrador financiero de la banda, según surge de la investigación judicial y una fuente de la investigación. Además, el magistrado dispuso la prisión preventiva para ambos.

Jure, un pesado que cumplió condena por drogas

Walter Daniel Jure, alias Dani, el ex convicto de 35 años encausado en la megacausa Monos, es un habitué de las páginas policiales. La última vez que su nombre resonó en la prensa fue en abril pasado, cuando durante una entrevista con el canal América el prófugo Ramón Machuca, alias Monchi Cantero, se exhibió un video donde se ve a Jure poniendo dinero en un bolso para luego entregárselo a dos policías de la División Judiciales, la que encabezó la pesquisa por asociación ilícita a las órdenes del juez Juan Carlos Vienna. Jure estaba detenido desde febrero en la seccional 6ª. Tras la difusión del video, reconoció en ese penal ante investigadores de Asuntos Internos que él es quien aparece en la filmación que difundió el canal porteño y que pagaba a hombres de esa repartición para poder trabajar: vender drogas. Desde Judiciales alegaron que se habían reunido con Jure antes de que Vienna dictara su captura para recabar información. Jure salió en libertad tras depositar una caución de cien mil pesos, dijo un vocero judicial.

Jure es integrante de un clan familiar con al menos cuatro integrantes condenados alguna vez por narcotráfico. Walter tenía 21 años cuando cayó preso en la localidad de Malabrigo, en 2002, mientras viajaba como custodio de un camión cargado con 280 kilos de marihuana de la banda del ciudadano polaco Slawmir Polus, alias Francés: le dieron ocho años de cárcel.

Walter cayó preso otra vez junto con su padre, Juan Antonio Jure –alias Tarta o Pinocho–, su hermano menor con prontuario de asaltante, Diego, y su madre María Esther Arce en julio de 2009, durante un operativo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria en la zona noroeste de Rosario, en el que se secuestraron 40 kilos de cocaína y tres de marihuana, cien mil pesos en efectivo y cuatro armas de fuego. Sin embargo, Walter no llegó a ser procesado. En cambio, su padre –quien ya había purgado una condena por drogas– acordó tras un juicio abreviado en abril de 2012 seis años de cárcel por narcotráfico, igual que su hermano Diego, mientras que su madre aceptó cuatro años.

El comisario Blanche seguirá con domiciliaria

El comisario Sergio Blanche, uno de los diez integrantes de la Policía provincial procesados en la megacausa Monos, apeló el rechazo al planteo de morigeración al arresto domiciliario que pesa sobre él. Ayer se realizó la audiencia en la Cámara Penal y allí sus defensores, Paul Krupnik y José Nanni, plantearon la modificación de la medida en base a la supresión de algunas de las imputaciones que pesaban sobre el uniformado, como el encubrimiento agravado y el tratamiento diferenciado entre los distintos policías involucrados en la causa, ya que algunos gozan de libertad restringida a diferencia de su defendido, quien transita un arresto domiciliario. La fiscal de Cámaras Cristina Rubiolo se opuso al pedido y el camarista Carlos Carbone confirmó la decisión del juez Vienna, quien le había negado el beneficio. Carbone consideró que no hay hechos nuevos que modifiquen la situación de Blanche, ya que su par Jukic fue quien alertó sobre la necesidad de descartar el encubrimiento, y refirió que el tiempo que lleva detenido –más de ocho meses– no es desproporcionado en relación con una hipotética pena efectiva que podría caber en caso de condena. Respecto de la desigualdad entre los imputados que planteó la defensa, el camarista Carbone sostuvo que la apelación se restringe únicamente a la situación de su defendido y no al resto de los acusados, sobre cuya situación no tiene conocimiento, y confirmó la denegatoria de libertad.

(El Cuidadano)