Inauguraron plaza con el nombre del chico rapero asesinado
Se trata de Ariel Ávila, que cantaba sobre la realidad del barrio Empalme Graneros y fue ultimado por un soldadito del narcotráfico. Ahora un espacio de Campbell y Génova se llama como él.
Familiares, amigos y vecinos homenajearon este domingo a Ariel Alejandro Ávila, el pibe de Empalme Graneros que hacía música rap y hip-hop y que fe asesinado en febrero pasado, con sólo 21 años de edad. Ahora una plazoleta lleva su nombre.
Lágrimas, abrazos, un mural y los sonidos que producían Chucky (como se lo conocía) y sus compañeros le dieron marco a una emotiva ceremonia en el espacio ubicado en Campbell y Génova, donde concurrieron muchos jóvenes.
El acto abrochó un proyecto de los vecinos junto a la biblioteca del barrio e impulsado por los concejales del Frente para la Victoria-PJ, Roberto Sukerman y Norma López, quienes estuvieron presentes en el lugar.
El 12 de febrero de 2014, un soldadito que custodiaba un quiosco de drogas asesinó a Ávila, que vivía enfrente. Luego del mortal ataque los vecinos destruyeron el búnker que se erigía a metros de la escena del crimen.
Ariel hacía rap, había ganado un concurso municipal con un grupo de amigos y sus temas describían la vida cotidiana en medio de la violencia, las armas y las drogas en un mundo donde «los códigos de la calle ya no existen», como cantaba, casi como una profecía, en «El barrio está peligroso», su canción más conocida.
El caso causó gran conmoción por una canción que Ariel había escrito años atrás con el título de «Mi barrio», cuya letra rezaba: «Esta es la realidad de mi barrio, donde hoy estás y mañana te están velando. Donde la droga corre como un comando, si son la misma mierda, para qué vamos a seguir hablando».
Alicia Avila, la mamá de Ariel, se mostró sumamente emocionada durante el desarrollo de la ceremonia y aseguró: «Mi hijo escribía y cantaba lo que veía en el barrio. No lo hacía cualquiera. Después de la muerte de Ariel, el barrio mejoró bastante con la llegada de la Gendarmería. Antes en el barrio no se podía vivir».