Graves incidentes en torno al Obelisco, con 50 detenidos y otros tantos heridos
Durante más de tres horas, un grupo de violentos intentó saquear varios comercios. Hubo choques con la policía. En otro puntos del país hubo concentraciones en paz.
Un grupo de violentos empañó anoche la celebración de los hinchas argentinos por el subcampeonato de la selección en el Mundial de Brasil en el Obelisco porteño al provocar incidentes y enfrentarse con efectivos de la Policía Federal. Como consecuencia de esos disturbios, hubo al menos 50 detenidos, otros tantos heridos (15 de ellos uniformados) y varios destrozos. En tanto, y al igual que en Rosario, miles de personas se concentraron en paz en otros puntos del país, incluso en la Base Marambio (en la Antártida).
Los violentos arrancaron su ola de agresiones al subirse a un móvil de un canal de televisión (TN), que destruyeron mientras desafiaban a los uniformados. Según fuentes policiales, serían barrabravas del club Chacarita, a los que luego se sumaron otras personas.
Los policías usaron camiones hidrantes y gases lacrimógenos para dispersarlos, mientras que los hinchas que realmente habían ido a celebrar (chicos, adolescentes y familias enteras) tuvieron que escapar rápidamente del lugar.
Los manifestantes arrojaron botellas, piedras y todo elemento contundente que hallaron a su paso contra los efectivos y provocaron destrozos en locales (el más perjudicado fue uno de comidas rápidas). Además, incendiaron tachos de basura, rompieron autos que estaban estacionados y, en algunos casos, robaron lo que encontraron en su interior.
También destruyeron las paradas del Metrobus en la avenida 9 de Julio y continuaron con su raid delictivo. El director del Same, Alberto Crescenti, dijo que se «emitió un alerta rojo en todos los hospitales porteños por precaución».
Los disturbios se prolongaron durante toda la noche y los delincuentes forzaron puertas de algunos comercios para llevarse la mercadería. Incluso, entre 20 sujetos golpearon y le robaron sus pertenencias a un fotógrafo que cubría los incidentes en el Obelisco.
Asimismo, un bar fue saqueado casi en forma total (se llevaron, sobre todo, bebidas alcohólicas) y también ingresaron al teatro Broadway.
Muchas personas habían llegado al Obelisco minutos antes del comienzo del partido, a pesar de que no existía pantalla gigante alguna para ver el cotejo disputado en el estadio Maracaná, en Río de Janeiro. Los bares, pizzerías y restaurantes de la zona lucieron llenos de clientes que se apostaron frente a los televisores..
Una vez finalizado el partido, tanto porteños como habitantes del conurbano (pese a la tristeza de la derrota) confluyeron en el Obelisco. Y canalizaron su emoción de diversas maneras.
Asimismo, los comerciantes y vendedores ambulantes también aprovecharon la euforia argentina y de los ocasionales turistas extranjeros para aumentar sus ventas.
La oferta de camisetas, banderas, cornetas y cotillón celeste y blanco estuvo a la orden del día en la peatonal de Florida y alrededores.
Una vez consumada la caída por 1-0, por el gol de Mario Götze para los alemanes en el tiempo suplementario, los hinchas se quedaron en el Obelisco. Aunque la tristeza no evitó que miles de fanáticos dieran rienda suelta a la pasión por el fútbol y homenajearan al equipo de Sabella. Luego llegarían los graves incidentes.
Más movilizaciones. Lo cierto es que, de norte a sur del país, una marea humana se enfundó en los colores celeste y blanco y tomó ciudades y pueblos con la esperanza de celebrar la victoria de la selección.
En La Plata, miles de hinchas se congregaron en la plaza Moreno para ver el partido a través de una pantalla gigante que instaló la Municipalidad. A su vez, cientos de personas festejaron en Mar del Plata en el céntrico monumento a San Martín.
Unos 4 mil tucumanos se reunieron en la plaza Independencia, ubicada en el centro de la capital de esa provincia, para celebrar el subcampeonato logrado por el seleccionado. Una caravana de vehículos de más de 3 kilómetros de largo recorrió la estratégica avenida Mate de Luna hasta los alrededores de ese solar.
Asimismo, más de mil mendocinos confluyeron en el kilómetro cero de la capital de esa provincia. Sin embargo, el lugar que más personas concentró durante el partido fue el «Punto de aliento» que dispuso el gobierno nacional en el centro cultural Le Parc (departamento de Guaymallén, más de 3 mil asistentes).
El centro de Resistencia (Chaco) se volvió albiceleste pese a la derrota y en Misiones hubo tibios festejos en la ciudad de Posadas y otras localidades, lo que contrastó con la euforia de los vecinos brasileños y paraguayos que habitan las zonas fronterizas.
(La Capital)