El valor simbólico de recuperar lo robado

Asistimos a la conclusión de un período histórico, en el cual la forma en que enfrentemos el cierre del mismo tendrá una impronta decisiva de cara al futuro del país.

Hemos sido testigos de un saqueo sin igual por medio de la obra pública, del desmanejo de los fondos para la construcción de viviendas, de la confusa expropiación de YPF, de la instauración del juego como medio de recaudación. El robo y la corrupción han sido una verdadera política de estado, y quienes perpetraron dicho saqueo la llaman “Década Ganada”.

Hemos levantado históricamente la bandera de la honestidad, de la transparencia y de la decencia. Desde 2004 momento en que parte de la sociedad y diferentes grupos de poder creían ver un proceso transformador, nosotros, mucha veces en soledad, advertíamos que el nuevo gobierno solo se disfrazaba de progresismo para seguir favoreciendo a los mismo que nos llevaron a la decadencia moral, económica y social.

Hoy en 2014 la minoría es aquella que defiende el escandaloso proceso de apropiación de lo público. La expoliación, finalmente, caló profundo en la conciencia del ciudadano, que no está dispuesto a tolerar tibieza o ingenuidad a la hora de Recuperar lo Robado y hacer justicia con quienes lo hicieron. Tristemente se llegó a la conclusión, de que LA CORRUPCIÓN MATA.

Es el momento de recuperar lo robado y para ello es necesario establecer la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción. Es el momento de recuperar lo robado para invertirlo en salud. Es el momento de recuperar lo robado para construir viviendas, recuperar lo robado para convertirlo en educación. Esta es una verdadera política de estado en la que se brinda igualdad de oportunidades; especialmente en aquellas zonas carenciadas para así modificar el contexto e influir positivamente en el desarrollo de las personas. Esta es, además, la política de seguridad a largo plazo más efectiva que existe… la inclusión social.

Porque la cimentación de una nueva Nación amerita dirigentes políticos como Leandro Alem, quien prefirió la muerte antes de ser aquello que juró combatir, es que la batalla a dar en la política es la ejemplaridad y la decencia.

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David Montes

Presidente Coalición Cívica-ARI Rosario