La Municipalidad derribó un búnker de drogas en zona sur
El kiosco de venta de estupefacientes funcionaba en Ayacucho al 3500. El destino del lugar será decidido por los vecinos en conjunto con autoridades municipales.
Un operativo llevado a cabo por la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana, Policía de Rosario y Gendarmería Nacional terminó con una instalación clandestina que funcionaba como punto de venta de estupefacientes. El destino del lugar será decidido por los vecinos en conjunto con autoridades municipales, indicaron fuentes oficiales.
La Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana indicó que se procedió al derrumbe de una instalación precaria ubicada en la zona sur de Rosario en el que funcionaba un punto de venta de estupefacientes. El búnker fue desmantelado en el marco de una política integral que permitió, hasta el momento, tirar abajo 17 kioscos de drogas.
Al frente de las áreas de control municipales, Pablo Seghezzo, confirmó que personal a su cargo junto a efectivos de la Unidad Regional II de la Policía de Santa Fe y agentes de Gendarmería Nacional llevaron adelante un procedimiento especial en inmediaciones de Ayacucho al 3500 donde se había detectado que funcionaba un búnker de venta de drogas.
“Procedimos a tirar abajo la construcción que contaba con una planta baja y alta con pequeñas ventanas en ambos laterales», precisó al tiempo que advirtió que la instalación fue allanada con anterioridad por las fuerzas federales en el marco de los extensos operativos librados durante abril pasado.
Durante la intervención, se derrumbó la edificación precaria utilizando picos, martillos y palas. El destino y utilización del terreno será consensuado entre los vecinos y las autoridades unicipales. “Esta situación es un símbolo de convivencia ciudadana. Donde se desarrolló una actividad ilegal que aportó inseguridad y temor a la zona, hoy gracias a la intervención del Estado se proyecta un espacio para uso y disfrute público”, observó el secretario.
La Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana coordina, junto a las fuerzas nacionales y provinciales, los derrumbes de los denominados búnkers. Desde el arribo de Gendarmería y Prefectura se procedió a desmantelar 17 construcciones usadas para la venta de estupefacientes.
(La Capital)