Bonfatti y el jefe de la Policía fueron abucheados en el acto oficial del Día de la Bandera
«Fueraaaa», fue el único grito que alcanzó a escucharse en medio de una lluvia de silbidos, luego de que la locutora del acto oficial por el Día de la Bandera, en Rosario, anunciara que el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, iba a pronunciar su discurso.
«Que la emoción tan palpable (del Mundial) continúe presente cuando julio pase», estaba diciendo el mandatario socialista desde la tarima, cuando los silbidos empezaron de nuevo, en una tribuna repleta de militantes. Pero apenas duraron unos segundos: a renglón seguido, Bonfatti llamó a estar «unidos» frente a la deuda externa, lo que fue contestado con… aplausos.
En otro pasaje, el gobernador describió –muy brevemente– una serie de políticas de su mandato, lo que nuevamente fue objeto de chiflidos, esta vez con mucha más virulencia. En el medio, casi como si estuviera preparado y sin levantar la mirada del escrito que estaba leyendo, Bonfatti hizo «un llamado a fortalecer el respeto por el otro, la unidad en la diversidad». Una vez más, los silbidos dieron paso a los aplausos, aunque mucho más tímidos que en la ocasión anterior.
El final, después de todo, era esperable: más abucheos que aplausos.
Pero eso no fue todo: Bonfatti había sentido los chiflidos desde el escenario momentos antes, cuando, según explicó la locutora oficial, en el marco de las «tareas conjuntas que se realizan en Rosario» contra el narcotráfico, se entregaron una serie de «reconocimientos» a la Gendarmería y las distintas policías que trabajan en la ciudad. Cuando llegó turno de la Policía de Santa Fe, a la tarima subió el jefe de la fuerza, Omar Odriozola. Y desde la tribuna lo silbaron y abuchearon con fuerza.
Odriozola asumió el cargo en febrero del año pasado, en medio de una crisis en el seno de la Policía de Santa Fe. Su antecesor, Cristian Sola, estaba siendo investigado por enriquecimiento ilícito y apenas estuvo en el cargo 109 días, tras el apartamiento de Hugo Tognoli, en medio del denominado «narcoescándalo».
Sucede que en plena crisis por la explosión del narcotráfico en Rosario en los últimos años, el vínculo de los traficantes y la policía provincial quedó al desnudo cuando en el marco de una causa contra la banda Los Monos fueron procesados 13 uniformados.
(Infobae)