Política y realidad deberán tomarse de la mano

Hace apenas unas semanas advertíamos en estas mismas páginas que la inseguridad y su hija dilecta la violencia, suelen llevarse puesto al gobernante más pintado. Y las preliminares en busca del 2015 ya empezaron.

En el Departamento La Capital, donde está la sede política del Gobierno provincial, al momento de escribir estas líneas el número de muertes violentas (la mayoría de ellas por ajuste de cuentas entre distribuidores de droga barriales) ya superaba las 70 en la primera mitad del año. Morosamente para nuestro gusto, el gobierno provincial decidió tomar el toro por las astas y cambiar la cúpula policial, cuyo mando venía resquebrajado desde la rebelión policial de diciembre último. Los intendentes del área metropolitana Santa Fe – Santo Tomé clamaban a viva voz por un cambio de actitud.

El senador local Hugo Marcucci hizo notar el jueves en pleno recinto que «no hay ninguna razón para que Gendarmería no esté en la ciudad de Santa Fe», al momento de aprobarse con media sanción y enjundiosos discursos del peronismo, la ley de adhesión a su similar nacional 26.052 para que el «narcomenudeo» sea competencia de los jueces provinciales; adhesión que al decir de otro senador radical, Lisandro Enrico (Gral López) seguramente dormirá injustamente el sueño de los justos en Diputados.

«La droga ya llegó a los Departamentos y sacudió la tranquilidad de sus habitantes», denunció voz en cuello el representante de San Gerónimo Danilo Capitani, avalado por sus pares peronistas y radicales.

La barriada ubicada en los contornos de la ciudad desangra por la violencia irracional y exponencialmente peligrosa de ascendentes banditas narcos cuyos iniciados «sicarios» que asesinan a sangre fría a jóvenes de entre 16 y 19 años por la ocupación de «territorios», apenas sobrepasan los infantiles 14 años.
Inquieta que el Subsecretario de Control de Armas de la Provincia de Santa Fe, Matías Palavecino admita que «una vez por semana un policía denuncia el robo de su arma reglamentaria». Si le roban el arma a la policía, ¿qué nos aguarda a los «civiles»?.

Mientras tanto en el mundo de la política….

El excesivo vértigo de un año preelectoral, (cuya intensidad tomará impulso después del mundial de fútbol) ya instalado en los tuétanos de políticos y aspirantes a serlo puede terminar lesionando, y hasta sacando del certamen, a quien no esté preparado para la alta competencia profesional. Como en el Mundial.

El peronismo parlamentario, por ejemplo, intentó parar la pelota y levantar la vista en su afán por al máximo trofeo (para seguir a tono con la analogía mundialista) que no es otra que la Gobernación 2015. Pero se encontró con algunos jugadores que picaron antes de tiempo y quedaron en off side; y otros que miraron desde fuera de la cancha.

La sobrevendida reunión «de la unidad» entre senadores y diputados peronistas del miércoles por la noche terminó con el borrador de un documento que están puliendo los senadores Armando Traferri, Rubén Pirola y el diputado Mario Lacava, luego de las sugerencias arrimadas por el presidente del bloque de diputados del FPV Daríos Mascioli, mano derecha, además, del presidente del PJ José Luis Freyre. «Así, no», se negaron varios de los invitados a firmar.

Unos, como la diputada Erika Gonnet que responde al precandidato a Gobernador Alejandro Ramos, no lo firmó «porque no se respetó la institucionalidad partidaria».

Otros, como los representantes de Maria Eugenia Bielsa (quien prometió sentarse a conversar en breve con los distintos sectores en pugna por la gobernación) con el diputado Dibert a la cabeza se ofendieron porque no fueron invitados al cónclave; el senador Alcides Calvo, referente del otro precandidato a Gobernador, Omar Perotti, cree que debe afinarse aún mas el escrito y definir los acuerdos de una «agenda común parlamentaria» de la universalidad política, que deberá contemplar a los ambiciosos sindicatos y avispadas ligas de intendentes y presidentes comunales. Sin contar la legión de vocacionales aspirantes a encabezar solitarias (esto es, sin candidato a Gobernador) listas de diputados provinciales para colar una banca en el revoleo del sistema D´ Hont tras las primarias.

La necesidad de convocar al Congreso del PJ para que le abra la puerta de par en par, con alfombra roja incluida, a Miguel Del Sel (que por estas horas está tratando de suturar un delicado entuerto entre sus legisladores) para muchos es motivo aun de un profundo debate.

Miguel Del Sel a diferencia de Reutemann, que siendo independiente luego se afilió al PJ (en la Rioja, antes Carlos Menem y con la birome que le había regalado El GeneraL), es titular del Pro en la Provincia, Partido cuyos postulados programáticos difieren sustancialmente del «pensamiento nacional» institucionalizado por Forster al que adhieren vastos sectores del peronismo con los que Del Sel debería convivir bajo el mismo techo de un frente electoral. «El FPCyS tiene al PDP», disparan justificando los que quieren a Del Sel como candidato a Gobernador peronista.

La diputada nacional Gisela Scaglia apuesta a llegar a una convergencia entre Del Sel y el peronismo. Daniel Scioli le dijo a La Capital que antes de un acuerdo con Del Sel primero hay que «empezar por casa; unamos a la familia».
Menos complicado resultaría, por ejemplo, cobijar bajo el paraguas «de la unidad» al Frente Renovador de Sergio Massa y Reutemann, más allá de los recelos de los seis senadores que adhieren al tigrense para con «Cachi» Martínez, pues todos tienen ADN peronista.

A todo esto, Daniel Scioli arribará a Rosario la semana que viene; Sergio Massa lo hará después del mundial de fútbol y Agustín Rossi estaría lanzado su precandidatura a Presidente de la Nación el 9 de agosto en FFCC de Buenos Aires..

En el radicalismo no alcanzan los casilleros
Como en el juego de ajedrez, el radicalismo dentro del FPCyS tiene que mover cuidadosamente las piezas dentro de los casilleros reglamentarios. Un error de cálculo podría precipitar el fin de la jugada.
Con el placet partidario de Binner y Bonfatti al senador rosarino Miguel Lifschitz para ser el candidato socialista a Gobernador, el radical presidente del Partido Mario Barletta se apresuró a mover sus piezas insistiendo en la necesidad de enfrentarlo en las primarias.

Barletta contaría con el apoyo de una parte de la Federación Escarapela, tal el caso de Cauce Progresista del Vicegobernador Jorge Henn y el intendente de Santo Tomé Fabián Oliver; los diputados Darío Boscarol, Griselda Tessio, Edgardo Martino y Mario Dadomo junto a los jóvenes de la «nueva generación» encabezados por el diputado sureño Maximiliano Pullaro que ya ostentan algunos municipios, comunas y concejalías en varios Departamentos.

En cambio resisten a seguir la partida si no tienen un objetivo claro los recelosos senadores del Grupo Interior – afiliados a Escarapela – mientras directamente se oponen los integrantes del MAR de Santiago Mascheroni y Julián Galdeano.

Ese sector cree que en lugar de lanzarse en busca de la cabeza de Lifschitz hay que fortalecer a los potenciales precandidatos a senadores e intendentes; «la mejor manera de encarar el 2015 con un Frente unido y competitivo, es generar buenos candidatos y armados departamentales», programan.
Que la política no descuide la realidad. Podría pasarle por encima.