Villa G. Gálvez: Desde la llegada de Gendarmería no hubo homicidios
Carlos Pulvirenti / La Capital
La ciudad de Villa Gobernador Gálvez vio crecer en los últimos años los casos de robos y crímenes en forma alarmante. Aunque esos índices de inseguridad también subieron en muchas ciudades, los villagalvenses padecieron una verdadera opresión psicológica sólo por el hecho de salir a las calles. Las cifras hablan de 17 crímenes en 2012, 34 en 2013, y 11 desde enero hasta abril de este año. Sin embargo, y con la llegada de Gendarmería a principios de abril, la situación mejoró de tal forma que no se registró en las comisarías de la ciudad ningún crimen, si hubo casos de arrebatos y robos, pero en menor cantidad. En una recorrida que realizó LaCapital por las calles de la localidad se pudo constatar que el clima es más distendido, y así lo afirmaron varios vecinos de distintas zonas en diálogo con este diario. Incluso, este cronista vio pasar, en menos de media hora, dos unidades de Gendarmería y un móvil policial patrullando la avenida Soldado Aguirre y también calle Riccheri, una zona humilde y otrora conflictiva. «La ciudad tiene muchos aspectos que no han cambiado desde hace décadas y que también hacen a la seguridad, como las calles sin pavimentar o llenas de baches e intransitables y con una pobre iluminación. Antes de que llegara Gendarmería era imposible transitar a la noche por esta zona, ahora ha mejorado mucho», dijo Aníbal Gorosito, un vecino del área que rodea a Soldado Aguirre. Tanto en zonas carecientes como en centros comerciales se pudo comprobar, dialogando con diversos referentes barriales y vecinos, que hay una coincidencia total en cuanto a tratar de profundizar la mejora de la seguridad que se percibe en poco más de un mes y medio, tras la llegada de Gendarmería. «Primero somos vecinos».Gorosito, en referencia a la unidad de criterios y pese a las diferencias ideológicas o sociales que lógicamente hay en los distintos barrios, dijo: «Nosotros primero somos vecinos, sin discriminar. Debemos unirnos todos, estar alerta, y eso fue lo que hicimos, pese a que la seguridad es un derecho que tiene que garantizar el Estado. Sólo queremos seguridad y salir a las calles tranquilos». Viviana Acuña, del grupo de Vecinos Autoconvocados, recordó que vive hace 15 años en el barrio. «Vi empeorar la seguridad año tras año y ni que hablar en el último. Antes de la llegada de Gendarmería esta zona de Soldado Aguirre era muy peligrosa, había robos en la parada del colectivo a toda hora, en especial a la mañana, entre las 5 y 7, y a la noche, arrebatos con motos en cualquier lugar, también hurto de motos, todo tipo de delitos. Ahora, cuando vuelvo de trabajar a la medianoche me siento más segura. En toda la ciudad la cosa está más tranquila, no hay ajustes de cuentas ni asesinatos, aunque sigue habiendo robos menores o intentos. Ojalá se pueda volver a sentarse tranquilo en la vereda a tomar mate, ir a una plaza sin tener miedo o tomar un helado sin olor a porro», reflexionó. A futuro. El presidente de la vecinal Velmiro Ayala Gauna, Carlos Malagueño, afirmó que «hay que pensar lo que debemos hacer ahora que no hay un muerto por día y está más calmo todo. Es el momento de conversar nuevamente con autoridades municipales y provinciales para organizar un futuro más seguro. Actualmente, entre gendarmes y policías, hay unas 250 personas que están en la ciudad, pero hay que ver cuando se vaya Gendarmería». Acuña y Malagueño coincidieron en que tenían entendido que «se inscribieron para ser policías de proximidad unos 170 interesados, pero sólo quedaron 70». Acuña acotó que «se debe buscar la seguridad con más agentes,. Por ejemplo, en la subcomisaría 26ª —que fue creada a fin de septiembre del año pasado— hay un superior a cargo y un solo policía, tanto es así la moto de la dependencia está parada por falta de personal. Además, la seguridad no sólo se da con más presencia policial, hay que iluminar más las calles, mejorar los accesos a los barrios carecientes para que los patrullajes se hagan ahí también. El año pasado se pavimentó Riccheri, pero hace falta en muchas calles más”, dijo, y recordó que el grupo de Vecinos Autoconvocados se preocupa no sólo de la seguridad, sino que brega para que se hagan obras en la ciudad como escuelas y no aulas rodantes, que se arreglen los caños rotos en las calles y los baches, que se mejore el transporte y los aspectos sanitarios”. Malagueño acotó que falta que se hagan más plazas, muchas desaparecieron y se construyó en el lugar, y además, por lo menos hace 20 años que no se construye una escuela”. En el centro. En zonas más céntricas también se veían patrullajes, como en Juan Domingo Perón y Forniers, y los comercios trabajaban tranquilos y con las puertas abiertas. Augusto Bracca, miembro de la Comisión de Apoyo a la Seguridad (CAS), que está integrada por instituciones, vecinales y autoridades y que funciona desde 2009, dijo que la entidad en la actualidad se reúne semanal o quincenalmente. “Un complemento para lograr más seguridad se implementó hace un tiempo, el 0800 4441661, donde los habitantes pueden llamar para denunciar anónimamente hechos de violencia de género, maltratos o la existencia de algún búnker de droga. También se puede usar esa línea para dar cuenta de otros hechos delictivos y de accidentes. Además está el buzón de denuncia”, detalló. “Apuntando a una mejor organización en la seguridad, siempre digo que la provincia debe crear en Villa Gobernador Gálvez una oficina para atender los reclamos de seguridad de cada zona de la ciudad, para poner comisarías en los lugares necesarios, y al frente de ese organismo debe estar una persona que viva en la ciudad y conozca sus movimientos”, reflexionó Bracca, a modo de remate. (Carlos Pulvirenti / La Capital)