El Subcomandante Marcos anunció su retiro como zapatista
Lo hizo mediante un comunicado. La razón de su alejamiento es por cambios internos en el EZLN
El enigmático líder de la guerrilla mexicana EZLN, el subcomandante Marcos, anunció el domingo en un comunicado que cede la dirigencia del movimiento armado a uno de sus comandantes indígenas y explicó que su decisión no se debe a problemas de salud sino a «cambios internos» en la agrupación.
El relevo de mando no se da por enfermedad o muerte, ni por desplazamiento interno, purga o depuración», se debe a «cambios internos que ha tenido y tiene el EZLN», precisó el ahora exdirigente del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), movimiento que surgió a la luz en enero de 1994 en el empobrecido estado de Chiapas con el fin de defender los derechos de la población indígena.
Marcos, cuyo verdadero nombre es Rafael Sebastián Guillén, señaló en un comunicado de más de 10 páginas y escrito con su característico tono irónico, que en acuerdo con los dirigentes del EZLN se decidió que «Marcos deje de existir hoy» para ser sustituido por el comandante indígena Moisés, que ha fungido como una especie de portavoz del movimiento desde hace 20 años.
«Por mi voz ya no hablará la voz del Ejército Zapatista de Liberación Nacional», indicó el exdirigente rebelde, en momentos en que se cumplen 20 años del surgimiento de la guerrilla que se ganó el reconocimiento de organizaciones de derechos humanos de varios países al denunciar violaciones a los derechos de las etnias autóctonas de México.
La población indígena en México suma más de 11 millones de los 118 millones de habitantes en el país.
Moisés, uno de los líderes del EZLN, fue ascendido de comandante a subcomandante de la guerrilla zapatista en febrero de este año.
El sábado, previo al anuncio de la sucesión definitiva de mando, Marcos acaparó la atención mediática reapareciendo en público tras cinco años de ausencia en una explanada de la comunidad de La Realidad, en el municipio Las Margaritas. El motivo fue el homenaje al sargento zapatista José Luis Solís López, alias «Galeano», muerto el 2 de mayo en una confrontación entre el EZLN y una organización allegada al gobierno de Chiapas.
El ahora exsubcomandante Marcos dirigió un breve reconocimiento a medios de comunicación alternativos y se retiró «con un genuino saludo: levantando el dedo medio de la mano izquierda», añadió Pozol Colectivo.
Unos 3.000 militantes y simpatizantes mexicanos y extranjeros acudieron a ese acto del centro cultural de La Realidad, donde se destacaba una pancarta que retomaba frases de un comunicado de Marcos, escrito en días pasados por el «asesinato» de Solís, en el que advirtió sobre consecuencias por su muerte.
«Nos hacen calzarnos de nuevo las botas, ponernos el uniforme, fajarnos la pistola y cubrirnos el rostro», se leía en la pancarta, según reportó Radio Zapatista, otro de los medios comunitarios que obtuvieron permiso del EZLN para asistir al acto.
Tras la retirada de Marcos de La Realidad, la comandancia zapatista se dirigió en caravana a la casa de «Galeano» para colocar un guijarro sobre su tumba, ubicada en el jardín de su domicilio, y donde se permitió la presencia de otros medios de comunicación, entre ellos la AFP.
Marcos, que fue visto por última vez en público en enero de 2009, se ha caracterizado por no mostrar nunca su rostro completo y escribir de forma intermitente comunicados de protesta, redactados en partes con tono poético, contra toda la clase política y los principales medios de comunicación.
En julio de 2012, el excomisionado del gobierno mexicano para el diálogo con el EZLN, Luis Álvarez, publicó un libro en el que aseguró que Marcos padece cáncer de pulmón, una información que hasta ahora no ha sido confirmada por la guerrilla.
«Ni estoy ni he estado enfermo, ni estoy ni he estado muerto (…) Si alentamos esos rumores fue porque así convenía», añadió Marcos en el comunicado.
«El último gran truco del holograma (del subcomandante Marcos) fue simular enfermedad terminal, e incluso todas las muertes que ha padecido», remató el ahora exdirigente guerrillero.
«Es nuestra convicción que para rebelarse y luchar no son necesarios ni líderes ni caudillos ni mesías ni salvadores. Para luchar sólo se necesita un poco de vergüenza, un tanto de dignidad y mucha organización», concluyó Marcos en la nota.
AFP