Final feliz: Central le ganó al descendido Argentinos y se clasificó a la Sudamericana
El elenco de Russo le ganó a Argentinos 3 a 2 y selló su pasaporte a la Copa Sudamericana. Los goles: Méndez y Niell en el primer tiempo y Acuña en el segundo. Iñíguez y Freire le pusieron suspenso al juego con sus descuentos. La Academia culmina una muy buena temporada en la elite.
Para entender la magnitud de lo que obtuvo esta noche Rosario Central, vale recordar dónde estaba un año atrás. El elenco de Miguel Russo selló con el triunfo obtenido ante Argentinos por 3 a 2 la clasificación a la Copa Sudamericana, torneo que jugará luego de 8 largos años y que lo pondrá nuevamente en el concierto internacional tras superar uno de los peores segmentos de su historia.
La Academia se impuso por el peso de sus individualidades a un conjunto ya descendido, que salió con nada que perder al terreno del Gigante y a jugarle de igual a igual. Y si bien se la hizo difícil, ya que Caranta debió esforzarse en varias ocasiones, la victoria fue justa porque Central siempre dio la sensación de tener algo más.
Se puso en ventaja a los 21 minutos del primer tiempo y a través de un gran remate de Jesús Méndez, que envolvió el balón con la zurda y la clavó contra el ángulo derecho del arquero Ojeda. Con ese tanto, los canallas rompieron el partido y encontraron la tranquilidad que necesitaban para empezar a manejar el trámite.
Unos minutos después, Caranta volvió a aparecer tapando un mano a mano; y a continuación, Franco Niell puso el segundo tras un pase filtrado de Rafael Delgado. El cotejo parecía empezar a tomar el color de la victoria para Central.
En los minutos siguientes hasta el fin del primer acto quedó tiempo para otra atajada del arquero auriazul en el primer palo y una definición de Carrizo que pasó cerca. Al descanso, Central se fue pensando que con poco le alcanzaba para sentenciar su pase a la Copa. Pero quedaban emociones por venir.
En el complemento, Argentinos se adelantó pero sin asfixiar a Central. Y los auriazules trataron de alejarse lo más posible de su área y dejar que el tiempo pasara. Todo indicaba que la victoria no corría peligro, pero Gaspar Iñíguez inventó un golazo desde afuera del área y encendió el alerta en Arroyito.
Naturalmente, por inercia, el Bicho se arrimó a la meta de Regatas. Un par de intentos externos exigieron al seguro Caranta. Y a los 38’, producto de una maravilla individual del ingresado Walter Acuña, Central se puso 3 a 1. Ahora sí, parecía cosa juzgada. Pero sólo parecía.
Porque a los 42’, Freire puso la cabeza en el área chica luego de otro testazo y volvió a poner en partido a los descendidos de La Paternal. Suficiente para llenar de nerviosismo a los hinchas y a todo el equipo centralista. Aunque, al cabo, no para poder alcanzar el empate.
Y así, Castro le pidió la pelota a Caranta en el minuto 49 y llegó el desahogo. Ese que significa que Central ya no mirará (al menos por ahora) la tabla de los promedios. Y que desde el semestre que viene, volverá a competir a nivel continental. Magnífico epílogo a una temporada brillante, en la que además de ganar los dos clásicos, el elenco de Russo demostró y se demostró que tiene con qué para ser de primera.
(Rosario3)