Ladrón mató en venganza a padre de víctima que lo había golpeado

Un hombre de 34 años golpeó a otro que le había sustraído un par de zapatillas a su hijo y, como venganza, recibió un tiro en la espalda que le produjo la muerte. Fue en una gomería de Provincias Unidas al 2100, en la zona oeste. Según un relato en primera persona, el asesino «debe tener 15 o 16 años»

Un hombre de 34 años que agredió a golpes de puño a un muchacho al que su hijo señaló como quien le había robado falleció después de recibir un disparo en la espalda de parte del ladrón.

Fuentes policiales informaron a Rosario3.com que el hecho sucedió en la noche del martes en Provincias Unidas al 2100, en la zona oeste. Allí funciona una gomería, de la cual la víctima es el titular.

Su hijo de 14 años vio pasar a un muchacho al que señaló como quien le había sustraído unas zapatillas, que hasta las tenía puestas. Por eso, el padre salió a buscarlo y se pelearon hasta que el presunto delincuente escapó.

Unos 20 minutos después llegó el fatal desenlace. Primero, un hombre entró a la gomería a recriminar la golpiza. Detrás, el supuesto ladrón y agredido llegó en una moto, exhibió un arma de fuego y disparó.

Con una herida de bala en la espalda, la víctima ingresó al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) a las 22.50 del martes. A las 23.30 falleció. Fue identificado como Víctor David Segovia, de 34 años, que tenía un pedido de captura por un hecho menor.

Se trata del homicidio Nº91 en el departamento Rosario en lo que va del 2014.

En la escena del crimen la Policía Científica halló una vaina calibre 22. Interviene la comisaría 14ª por razones de jurisdicción y la Brigada de Homicidios.

El testimonio del hijo de la víctima

«Mi papá fue y lo buscó. Lo agarró del cuello y lo metió dentro de la pileta. Después se lo llevó a la calle y el pibe se fue», relató ante el móvil de Radio 2 el hijo de Segovia, quien falleció.

«Al rato volvió en moto con otro, tiró tres o cuatro tiros y no salieron. Tiró el quinto y le pegó», prosiguió.

Después, lo identificó como «el Cheto, que debe tener 15 o 16 años. Mi papá lo conocía desde que era chiquito». (Rosario 3)