«Acá la gente está muy indignada y está tomando justicia por mano propia»
«No somos escuchados», dijo una vecina del barrio donde un joven fue apaleado y murió.
Laura, una vecina de barrio Azcuénaga que tiene su comercio del rubro farmacéutico a unos trescientos metros del lugar donde el sábado por la tarde un joven ladrón fue duramente golpeado por habitantes de la zona y falleció ayer, recordó hoy los históricos reclamos por mayor presencia policial en el barrio, que según aclaró, se fueron «diluyendo» por falta de respuesta.
«No tengo mucho conocimiento de lo que pasó, me acabo de enterar que el chico murió. No tuve conocimiento con algún vecino cercano que fuera testigo de los hechos, pero acá la gente está muy indignada y está tomando justicia por mano propia. Porque realmente no hay respuesta, no estoy justificando lo que pasó porque me parece una atrocidad, pero la gente no sabe qué hacer, no somos escuchados», opinó la vecina del lugar en contacto con el programa «Todos en La Ocho».
«Nos estuvimos reuniendo todos los jueves a las 20 cuando, cortando la calle cuando se podía. Si había poca gente nos parábamos en la esquina pidiendo seguridad y poníamos carteles. El que encabezaba todo fue mi marido que de a poco se fue abriendo, pero un grupo siguió durante un año y después dejamos de hacerlo porque cuando pasaba el tiempo se iba diluyendo. Primero nos mandaban móviles pero después nos enteramos que se iban para otro lado. La situación hoy es la misma, acá le gente es robada todos los días con mucha agresividad e impunidad porque no vemos que pase algo», dijo haciendo un poco de historia sobre los reclamos de la popular barriada en cuanto a los hechos de inseguridad que se repiten en el territorio rosarino.
La comerciante contó que no tuvieron eco en el Concejo municipal, salvo con el edil Manuel Sciutto, porque era anterior el propietario de la farmacia que atiende y que atendió sus reclamos pese a que no era su área de trabajo en el Palacio Vasallo.
Además la mujer insistió en que aclarar que no tenía «información certera» sobre el hecho que derivó en la muerte del joven ladrón apaleado. «Lo que pasó está a tres cuadras de mi farmacia», concluyó Laura.
(La Capital)