Tiros y dos baleados a la salida del cantobar Bogart

Dos hombres quedaron en medio de una pelea ajena en la esquina de España. Heridos y todo, intentaron subirse a un colectivo pero no llegaron lejos. La policía los hizo bajar y los llevó al Heca. Ambos estaban fuera de peligro.

Un enfrentamiento en las puertas del cantobar de Santa Fe y Presidente Roca terminó con un reguero de sangre en la esquina de España. Allí, dos hermanos, Ezequiel y Jesús, fueron alcanzado por una lluvia de balas aunque –aseguraron– no eran los objetivos. Heridos y todo, intentaron subirse a un colectivo pero no llegaron lejos. La policía los hizo bajar y los llevó al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Ambos estaban fuera de peligro.

Miguel, un taxista que vio todo, contó cómo se desató la balacera que sorprendió esta mañana temprano a los vecinos que madrugaban para llegar a tiempo a la oficina o bien dejar a sus chicos en la escuela.

Miguel describió que cerca de las 5.40 un muchacho permanecía parado en la puerta del boliche, “como esperando a alguien”. Su hipótesis se confirmó cuando vio salir a dos mujeres que le indicaron al joven que se dirigiera hasta la esquina de España y así hizo.

Sin embargo las mujeres, de alrededor de 45 años, permanecieron en la entrada del cantobar hasta que salieron tres hombres. Fue recién entonces cuando el grupo siguió los pasos del muchacho.

En ese momento –relató Miguel–, mientras se subían dos pasajeras a su taxi, se escucharon los disparos. Las dos mujeres que llevaba a bordo, con destino a zona oeste, se alarmaron al ver que uno de los heridos era un conocido de ellas.

Inmediatamente le pidieron a Miguel que detuviera la marcha y comenzaron a correr en dirección a España.

En esa esquina –según fuentes policiales–, los dos hermanos, Ezequiel y Jesús de 23 y 29 años respectivamente, quedaron en la línea de fuego. El más joven recibió un balazo en su mano derecha, y el mayor, tres: uno en la mano izquierda, otro en una pierna y un tercero en el estómago. Malheridos amagaron a subirse a uno de los colectivos amarillos de Rosario Bus, un 130. Sin embargo, no llegaron ni al primer escalón, para entonces la policía ya estaba en el lugar y los hizo bajar.

Ya en el hospital, insistieron en que el tiroteo nada tenía que ver con ellos. Simplemente estaban en el lugar y la hora equivocadas.

(Rosario3)