Definen la llegada de Gendarmería a los barrios de Rosario
La cartera de Seguridad de Santa Fe busca sellar un acuerdo que considera clave para contener la violencia. Prepara el desembarco de la Policía Comuntaria en 20 barrios locales y cuatro de Villa Gobernador Gálvez, que llegaría con el apoyo de las fuerzas federales. Entre tanto, a Scioli ya le avisaron que retiran a cinco mil gendarmes del conurbano bonaerense y se generó una disputa política.
El Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Fe busca sellar un acuerdo clave para combatir la creciente tasa de homicidios en el Departamento Rosario: incluir a la Policía Comunitaria y a la Gendarmería Nacional en barrios de Rosario y de Villa Gobernador Gálvez.
El titular de cartera, Raúl Lamberto, viajará a Buenos Aires en los próximos días para retomar las conversaciones. Ya estuvo hace algunas semanas con su par de la Nación, María Cecilia Rodriguez, y con el secretario Sergio Berni. Allí logró el compromiso de los funcionarios nacionales para capacitar y disponer recursos complementarios para las fuerzas provinciales. Ahora, Lamberto volverá acompañado por otros integrantes de Seguridad y del Gabinete Social de la provincia; entre ellos, varios ministros.
Del acuerdo de ese encuentro anterior se desprende la posibilidad de que los «recursos» sean puntualmente los efectivos federales, aunque la condición del gobierno nacional es que Santa Fe aplique el plan de seguridad comunitaria en los barrios. Es decir, los gendarmes acompañarían el desembarco de la flamante Policía Comunitaria.
El abordaje será sobre al menos 20 barrios de Rosario y cuatro de Villa Gobernador Gálvez. Los gendarmes se ubicarían sólo en los puntos más críticos, marcados sobre la zona sur de Rosario y parte de la localidad lindera. Así lo entienden en la cúpula de las fuerzas de seguridad provinciales, que también participaron de los encuentros. A la primera reunión asistieron el jefe y subjefe de la Policía de Santa Fe, Omar Odriozola y Raúl Ardiles respectivamente; el jefe de la URII, José Luis Amaya y el jefe de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE), Adrián Forni.
En el Ministerio de Seguridad se mostraron cautos a la hora de hablar de las fuerzas federales, pero saben que el acuerdo es clave para contener la violencia creciente, que hoy arroja números alarmantes: en lo que va del año, en el departamento Rosario, se produjeron 67 crímenes.
Y en esa ecuación, no es menor que este miércoles el jefe de Gabinete de ministros de la Nación, Jorge Capitanich, concretó un encuentro con el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, para acordar el retiro parcial de Gendarmería del conurbano bonaerense. Se irían 5 mil de los 10 mil ubicados actualmente. Los agentes serán reasignados, por un tiempo, en distintas ubicaciones: algunos irán al norte para combatir el narcotráfico y otros a puntos conflictivos del interior, como Rosario.
«Nos dijeron que iban a hacer todo el esfuerzo posible para apoyar con la presencia en los lugares más conflictivos. Confiamos en eso, pero preferimos la cautela y sabremos que estará hecho cuando realmente vengan», le dijo a Rosario3.com una alta fuente del Ministerio de Seguridad sobre el acuerdo en puerta. Saben que la disputa a la Nación que ahora plantean los intendentes del conurbano bonaerense no es menor.
Mientras el municipio y la provincia ya reforzaron los patrullajes por tierra y por aire, con un helicóptero que cruza la ciudad por la noche, ahora desde el Ejecutivo provincial buscan dar otro paso a nivel nacional para cerrar el mismo combo que arrojó buenos resultados cuando pasó el Dakar. De concretarse el inminente acuerdo, la intención es ponerlo en marcha en el menor tiempo posible, probablemente en abril. “El compromiso es para hacerlo lo más rápido posible”, indicó otro vocero.
(Rosario3)