Para Estados Unidos, Rosario es un «núcleo duro» del narcotráfico en Argentina
Bonfatti se reunió con el representante de Asuntos del Hemisferio Sur del Departamento de Estado norteamericano, donde se le informó que Rosario es el «núcleo duro» del narcotráfico en el país. Explicaron que la droga es manejada por carteles internacionales que utilizan a grupos locales para el traslado de los estupefacientes
Estados Unidos y organismos internacionales informaron al gobernador Antonio Bonfatti su preocupación por el avance del narcotráfico en el país, y mencionaron a la provincia de Santa Fe y a Rosario como las zonas más afectadas. Según indicaron, Rosario es un punto estratégico para el paso de estupefacientes desde las zonas productoras hacia su destino de exportación.
Un informe del periodista Germán De los Santos publicado en el diario La Nación indica que el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, y su ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, se reunieron el 15 de enero pasado con el representante de Asuntos del Hemisferio Sur del Departamento de Estado norteamericano, William Ostick. En esa oportunidad, se les brindó un diagnóstico preciso de la preocupación que existe en los Estados Unidos y en los organismos internacionales, como la OEA, el BID y el Bando Mundial, sobre el avance del narcotráfico y el crecimiento de la violencia en las provincias del centro del país, como Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos.
En ese encuentro, los especialistas de esa dependencia norteamericana detallaron una serie de puntos y de características que ponen a Rosario como un «núcleo duro» del narcotráfico en el país. La conjugación de expansión del tráfico de drogas y violencia disparó en esa ciudad la cifra de homicidios: 264 en 2013 y 58 en lo que va del año.
«Percibimos que hay una especial atención puesta en la Argentina por el impacto que ha tenido el avance del narcotráfico durante los últimos años en provincias de la zona central del país, como Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos», apuntó Lamberto. «Los diagnósticos fueron coincidentes en el Departamento de Estado y en la OEA. Nos enumeraron una serie de características por las cuales consideran que Rosario y otras zonas del centro del país tienen hoy problemas con el tráfico de drogas», explicó el ministro de Seguridad.
La visita de Bonfatti y Lamberto a Washington abrió puertas, según puntualizaron en el gobierno santafesino, para acceder a programas de organismos internacionales para el desarme y la prevención de adicciones. La semana pasada llegó a Santa Fe un grupo de instructores del Federal Bureau of Investigation (FBI), encabezados por Frank Nivar, un agente especial que investigó los carteles de droga mexicanos y colombianos desde la oficina de Chicago para capacitar a policías locales.
Esa misma semana, el gobierno de Santa Fe firmó un acuerdo con el Ministerio de Seguridad de la Nación para organizar un cuerpo de policía de prevención barrial, con el objetivo de detener la ola de violencia en los centros urbanos provinciales.
Durante la reunión en Washington, los especialistas del Departamento de Estado indicaron -según que explicaron a La Nación desde el gobierno de Santa Fe- que «la droga baja desde los países productores hacia la Argentina con fines de exportación». En este esquema, Rosario resulta un punto estratégico por su geografía, por la confluencia de rutas terrestres con conexión internacional, como la 34 (Bolivia) y la 11 (Paraguay), y, sobre todo, por la hidrovía. Santa Fe posee 21 puertos privados, la mayoría dedicados a la exportación, y cuatro públicos.
«Otra de las características que nos señalaron es que Rosario, al no ser la capital del país, donde hoy están centralizadas las fuerzas de seguridad federales, enfrenta cierta vulnerabilidad para el combate del narcotráfico», indicaron desde la administración del Frente Progresista. Además, parte de la policía de Santa Fe está bajo sospecha por sus presuntos vínculos estrechos con el narcotráfico. Un caso reciente, como fue el procesamiento de la banda de Los Monos, grafica la situación: de los 36 imputados, diez son efectivos de la policía provincial.
«La droga es manejada por carteles internacionales que utilizan a grupos locales para el traslado de los estupefacientes. Nos señalaron que a estos grupos no se les paga con dinero, sino con una parte de los cargamentos de droga, que es menos del 5 por ciento de lo que sale. Nos advirtieron que esas bandas con anclaje territorial generan «ruido», cuando lo importante, como es la exportación de estupefacientes, pasa por otro lado», agregaron.
La reunión en el Departamento de Estado norteamericano fue solicitada por el gobierno santafecino, según informaron fuentes oficiales, y hubo una respuesta favorable de parte de la administración de Barack Obama. Se concretó a partir de las buenas relaciones que tejió el Poder Ejecutivo provincial durante la gestión de Hermes Binner con Vilma Martínez, quien se desempeñó como embajadora en nuestro país hasta julio pasado.
A la invitación del gobierno norteamericano se sumó una agenda de encuentros con representantes de la Coalición Interamericana para la Prevención de Violencia del BID y con el secretario de Seguridad de la OEA, Adam Blackwell, que estuvo acompañado por un equipo de expertos en seguridad pública y crimen organizado transnacional.
El viaje de la delegación del gobierno santafecino estaba previsto desde hacía tiempo, a instancias del premio que otorgó el BID en el concurso «Gobernarte: el arte del buen gobierno» a un programa llamado Vínculos, que se puso en práctica en Santa Fe en 112 localidades, donde las autoridades locales pueden definir, conociendo la realidad de su territorio, acciones para abordar la temática de la seguridad y violencia.
Pero, más allá de la agenda protocolar, había un interés de los organismos internacionales y del gobierno de los Estados Unidos de mantener un diálogo directo con Bonfatti por los problemas de narcotráfico y seguridad que afectan a la Argentina y, más precisamente, a la provincia de Santa Fe. El atentado contra la casa de Bonfatti, el 11 de octubre pasado, puso al dirigente socialista en un lugar destacado. Por eso, allí encuadran su figura bajo el rótulo de «gobernador antinarco». (Rosario 3)