Rossi pidió a Bonfatti que eche de la policía a los lideres de la huelga
El ministro de Defensa Agustín Rossi dijo que el alzamiento en armas de la Policía santafesina contra el gobierno de la provincia «es inaceptable para la vida en democracia», advirtió que el «estado de asamblea» en la fuerza «quebró la cadena de mandos», que «será muy difícil recomponer» y le pidió al gobernador Antonio Bonfatti que «tome todas las medidas que sean necesarias» para exonerar y pasar a retiro a los cabecillas del motín. Bonfatti lo calificó como «una sedición». «Lo que sucedió en la provincia no se puede admitir bajo ningún punto de vista porque dejaron sin seguridad a los santafesinos. Y en Rosario, la situación no fue más grave porque hubo una fuerte presencia de Gendarmería y fuerzas nacionales», agregó Rossi.
En declaraciones a la FM 91.5, Rossi dijo que «después de poner en jaque a la provincia durante cuatro días», la Policía de Santa Fe «salió más desprestigiadas de lo que estaba. Y nosotros necesitamos fuerzas de seguridad prestigiadas, que tengan un nivel de ponderación ante el conjunto de la sociedad porque si no la sociedad cree que son parte del problema y no de la solución».
Rossi cree que no hubo «efecto contagio» por lo que sucedió en Córdoba y se extendió a otras provincias, con lo cual avaló la hipótesis de que los planteos fueron parte de un plan. «No son reclamos salariales, punto y aparte. Ningún policía puede ignorar que una decisión de estas características convierten a ciudades como Rosario y Santa Fe en zonas liberadas y las zonas liberadas son para que actúen los grupos violentos y los grupos criminales. Eso es absolutamente obvio. Después, si me dicen que tiene una coordinación previa, es difícil demostrar, pero a los efectos prácticos, es claramente así. Ninguna fuerza de seguridad en el mundo genera situaciones como las que se generaron en Santa Fe y en otras provincias. Y eso las aleja de cumplir su misión básica».
Una de las claves es «garantizar el control político y civil de la fuerza de seguridad, la conducción política de la fuerza de seguridad, que exige una cantidad de políticas que hay que llevar adelante», dijo el ministro. «La política tiene que reafirmar su conducción de la fuerza de seguridad y exigir una fuerte disciplina» de los cuadros.
Ante una pregunta sobre los cabecillas del alzamiento policial, Rossi recordó los golpes carapintadas de los ’80. «Más allá de las valoraciones que se puedan hacer, en ese momento hubo instrucciones y sumarios militares a los principales jefes del alzamiento que terminaron en sanciones y retiros. Esta es una situación clara. Yo espero que ahora, (el gobernador Bonfatti) actúe de la misma manera hacia el interior de la fuerza policial. Cuando se produjo lo de Gendarmería, hubo una cantidad de oficiales que pasaron a retiro por situaciones de esas características. Y en esto también tiene que haber una decisión política del gobierno de la provincia. En un diario de Rosario salió la imagen de un policía con una foto que satirizaba a Bonfatti. Eso es inaceptable. El gobernador es la máxima autoridad constitucional de la provincia y tiene la responsabilidad de conducir la Policía, que le debe obediencia. Esto es así. La fuerza de seguridad le debe obediencia al gobernador, no le debe otra cosa. Entonces, esas situaciones se deben resolver desde otro lugar y de otra manera, no hay ninguna duda», apuntó.
-Cree que el gobierno de Santa Fe terminará con esa cantinela de echarle la culpa de todo a la Nación? Que la detención de Tognoli era un operativo político. Que querían intervenir la provincia.
-Esa es otra historia. Lo dije cuando balearon la casa de Bonfatti y lo reafirmo. Me alegro que ahora todos tengamos la misma visión de lo que es el fenómeno narco en la provincia y de los niveles de connivencia que hay en las fuerzas de seguridad con el delito narco. Pero esa coincidencia no es óbice para que me olvide de todos aquellos, incluso periodistas, que calificaron al ex jefe de Policía de la provincia (Hugo Tognoli) como un preso político. Me parece que ese escenario y esa valoración fue un error. Lo tomo como eso, como un error, un mal análisis que retrasó acciones que se podrían haber realizado mucho antes. Si en lugar de ver una operación política o una mano negra, se hubiese tomado lo que pasó como una advertencia y un hecho que obligaba a modificar políticas quizás las reacciones hubiesen sido mejores y hoy estaríamos en una mejor situación. Celebro hoy hagan ese análisis porque cuando yo lo decía en soledad me descalificaban y me decían que era tremendista.
-Hasta lo acusaron de haber armado la detención de Tognoli.
-Cada vez que se excusaban o tiraban responsabilidad en otro lado, yo sentía que nos alejábamos de la resolución del problema. Bueno, esa historia ya pasó. Hoy la situación es otra y uno ve en el gobierno provincial y en sus funcionarios una actitud más decidida en el combate contra el delito narco y nos aproximamos a una coincidencia sobre la gravedad de la situación.
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