Se partió el Frente Progresista Cívico y Social en la ciudad de Rosario
El Frente Progresista formalizó ayer su fractura en el Concejo. Tres concejales sobre ocho resolvieron crear un espacio interno, aunque aclararon que seguirán acompañando las iniciativas del Ejecutivo y trabajando dentro del oficialismo. El presidente del cuerpo, el socialista Miguel Zamarini, el radical Martín Rosúa, y el demoprogresista Aldo Poy formalizaron ayer un minibloque dentro del armado oficialista, como corolario de las disputas internas por la elección de autoridades y la votación de la suba del transporte.
El quiebre estuvo a punto de consumarse la semana pasada, cuando no hubo consenso en torno al candidato a la Presidencia que iba a promover el Frente. Mientras Zamarini recibió el apoyo de Rosúa y Poy, otro socialista, Miguel Cappiello, sumó el aval de cuatro frentistas.
Cappiello declinó su candidatura cuando su sector, el binnerismo y aliados, notó que en el recinto, Zamarini, referenciado en el senador nacional Rubén Giustiniani, iba a cosechar más votos. Pero las heridas quedaron abiertas, de un lado y el otro.
Tanto que cuando a mediados de semana se votó la integración de las comisiones legislativas, el sector de Cappiello no convalidó el acuerdo, pese a que el oficialismo salió fortalecido en el reparto.
La discusión por el aumento del boleto agregó tensión interna en el Frente, ya que cambiaron los encargados de la negociación con el arco opositor. Allí el trío Zamarini, Rosúa y Poy se puso al frente de las gestiones desplazando al presidente de la bancada socialista, Manuel Sciutto.
Ayer, a través de un comunicado con foto, estos ediles oficializaron la ruptura interna. “Desde hace varias semanas accionamos en conjunto con ideas similares y una visión muy parecida de la realidad. Buscamos el diálogo y acuerdos con todas las fuerzas políticas del Concejo. No es momento de enfrentamientos sino de crecimientos”, señalaron.
Luego agregaron: “Trabajaremos fuertemente para apoyar nuestra gestión municipal, con iniciativas propias y acompañando todas aquellas que consideremos positivas para el crecimiento de la ciudad”.
Según el flamante espacio, “empezó una nueva etapa en el Concejo, que requerirá de mayor diálogo entre los concejales y el Ejecutivo y también una relación plural y abierta entre el bloque oficialista y todos los sectores políticos de la ciudad de Rosario”.
En diálogo con La Capital, Zamarini explicó: “En realidad nosotros armamos este espacio después que los otros cinco compañeros del Frente habían armado el suyo, con candidato propio para la Presidencia. Somos un nuevo espacio interno que seguirá acompañando a la Intendencia pero con una mirada propia”.
Según pudo saber este diario, la decisión de armar un minibloque dentro del Frente en el Palacio Vasallo cayó como un baldazo de agua fría en la Municipalidad.
“Esto no tiene retorno, lo de Zamarini va a camino a una ruptura dentro del socialismo”, dijo una fuente.
Cuando se le preguntó a Zamarini si el sector que ahora integra promoverá una política de alianzas con la UCR no frentista, PJ y PPS, el presidente del Concejo admitió que ese esquema, que ya se dio con el transporte, podría repetirse y sumó: “Dentro de nuestro sector hay un radical como el concejal Rosúa, que obviamente ve con buenos ojos acercarse a sus correligionarios”. (La Capital)