Garantismo y algo más
Llegó septiembre y no sólo trajo el calor y la primavera. En el medio nos encontramos con el inicio de una disputa dialéctica entre aquellos que pregonan la mano dura con aquellos que impulsan el garantismo como forma de combatir a la inseguridad. El debate lo inició el candidato K a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires Martín Insaurralde quien tratando de subir en las encuestas propuso bajar la edad de imputabilidad de los actuales 16 a 14 años. Pronto aparecieron aquellos kirchneristas de paladar negro que no soportaron la propuesta y salieron rápidamente a criticarla y afirmar que jamás la apoyarían y menos aún la votarían. Mientras tanto el gobernador Daniel Scioli (¿será el candidato de Cristina? ) se esfuerza por apuntalar la seguridad y para ello recurrió a una figura resistida para el Ministerio de Seguridad bonaerense, el intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, que es partidario de la mano dura declarando la guerra a los delincuentes. Cuando en noviembre de 1999 vivió en carne propia la inseguridad, la problemática que hoy tiene la responsabilidad de mitigar, la resolvió de forma tal que causó desagrado en sectores de pensamiento progresista y/o izquierda.
Sucede que tres delincuentes intentaron robar ese año su lujosa estancia en La Celia, su propiedad de Tristán Suárez. Cuando ingresaron a su casa, el novel ministro de Seguridad los recibió a balazos y frustró el ilícito. “Tenemos que poner mano dura: o caía muerto yo o caían muertos ellos”, definía. En otro de sus textuales, aseguraba que se “estaba en una guerra con ellos (los delincuentes) y la guerra hay que librarla: a matar o morir”. Incluso, en una suerte de culto a la venganza, se mostraba a gusto con la oportunidad de poder liquidar a quienes violaron su domicilio. “Era el malviviente o yo: ojalá le hubiera pegado.Lamentablemente tuve mala puntería”. Sólo el tiempo dirá si la decisión de Scioli fue acertada o si sólo le traerá más problemas hacia adentro del universo K con organizaciones como el Movimiento Evita que ya se han movilizado en su momento en contra de la política de seguridad del hoy Ministro de Justicia Ricardo Casal.
También en estos días sucedió un hecho que irritó a los sectores medios. El titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, no tuvo mejor idea que regalarle un flamante Audi A1 blanco cero km a su hija por haber cumplido los 18 años. Nada de ello hubiere salido a la luz si no fuera porque la cumpleañera decidió subir una foto del auto a las redes sociales que rápidamente explotaron en cuestionamientos contra el sabueso recaudador. Habrá que ver si sólo queda en un hecho intrascendente o si la oposición logra capitalizarlo de alguna manera a fin de poder mejorar su cosecha electoral en octubre.
Para cerrar, viene la parte más jugosa que se dio en estos días con la entrevista que le realizará el periodista Mauricio Maronna en su programa en Canal 4 de Cablehogar al ex bloguero K y hoy opositor acérrimo Lucas Carrasco. Con problemas en el habla y probablemente bajo los efectos de bebidas alcoholicas, Carrasco lanzó una serie de cuestionamientos que no cayeron nada bien en el kirchnerismo santafesino descalificando por completo al diputado nacional de la Cámpora Marcos Cleri y apelando a frases de gran impacto mediático como. “Tenemos un Papa que es de derecha y es pobre, y tenemos una Presidenta que es millonaria y nos corre por izquierda por cadena nacional, eso no se podía sostener”. O “Creo que Cristina dirá que su único heredero son los juzgados federales, no me parece que Cristina pueda poner a nadie porque toda la conducta de los Kirchner es que si no es familiar… y a no ser que puedan organizar algo con el ADN, sus familiares no miden…” , lo cuál evidentemente deja en claro el problema por la sucesión presidencial y las disputas entre aquellos que prefieren coronar a Scioli y el cada vez más aislado sector liderado por el poderoso Secretario Legal y Técnico Carlos Zannini, quien con el apoyo de La Cámpora fogonearía la candidatura del hoy gobernador enterriano Sergio Uribarri.
Se vienen tiempos trascendentes parecería ser. Sólo el tiempo nos permitirá descifrar el futuro político de una Argentina en la cual la inseguridad sigue siendo al igual que en elecciones anteriores el gran tema de campaña.